Sería por las fechas en que se publicó, pero el asunto no agitó el debate que merecía. A veces el Barça y las bufonadas de Laporta no dejan ver el bosque.
Este domingo La Vanguardia publicaba una de esas noticias que da para reflexionar un rato largo. La Barcelona casi siempre emprenyada, la titulaba Ramon Suñé. La información no aludía al estado de ánimo culé, sino a otro mucho menos efervescente según delata el análisis de los barómetros municipales de los últimos treinta años. Solo se salva de la quema Pasqual Maragall. Con Joan Clos, a finales del 2005, ya aparecieron los primeros síntomas de malestar. Cuatro alcaldes y veinte años después, la percepción de que la ciudad empeora se ha cronificado.
Los problemas con la vivienda y la seguridad devoran la autoestima de los barceloneses
Es mucho el peso de dos grandes problemas que lo condicionan todo: el acceso a la vivienda y la inseguridad. Demasiados años de brazos cruzados, de estrecheces mentales de la política, cuando no de permisividad, nos han conducido hasta aquí. La emergencia es grave y se solapa con unos niveles de pobreza y exclusión social alarmantes. Esos dos aspectos afectan a todas las grandes urbes. Barcelona no cuenta con la exclusiva. Sin embargo, tienen tal densidad que se tragan como un agujero negro las virtudes de la ciudad, que son a menudo injustamente orilladas cuando se habla de Barcelona, incluso por parte del propio gobierno municipal.

Un grupo de turistas admiran la fachada de la Sagrada Família.
Al resaltar siempre lo negativo, se activa un derrotismo pegajoso, que el que se refleja barómetro a barómetro. Esto, junto al complejo de inferioridad respecto a Madrid, arroja una fotografía nítida de la baja autoestima de los barceloneses.
La cuestión es que queda mucha más Barcelona por contar y que podría irradiar otros estados de ánimo colectivos. En este 2025 deberíamos conjurar tanto malditismo. Turisme de Barcelona asegura que está en ello. Este mes de enero llevará a Fitur la marca This is Barcelona con la que “poner en valor” la ciudad frente al turismo de chancleta. Por “mejores” turistas.
Este año no habrá grandes infraestructuras por inaugurar, salvo la nueva plaza de las Glòries. No hay fecha clara para acabar la prolongación del tranvía en el tramo que falta por la Diagonal. Toda la estructura de la estación de La Sagrera y sus vías no estarán terminadas hasta el 2026. En cuanto a la ampliación del Prat, todo indica que seguirá congelada y será así mientras no se renueve la presión empresarial y de la sociedad civil para que tanto Illa como Collboni decidan al margen de las querellas domésticas con sus posibles socios.
Entretanto, por suerte nada se para. Veremos terminada la Torre de Jesús de la Sagrada Família, Barcelona irá a ARCO por primera vez en su historia, se estrenará Barcelona Art Season en artes escénicas y también la ampliación del Macba, Guns N’Roses lo petará en el Estadi Lluís Companys, la Fundació Miró cumplirá 50 años, regresarán el Mobile y los congresos, y el Barça volverá al Camp Nou. Más de 40.000 investigadores harán su magia en la Ciutadella del Coneixement, en el Campus Diagonal-Besós, en el Vall d’Hebron Institut de Recerca, en el 22@ o en los futuros CaixaResearch Institute y Eix Diagonal Salut, con el nuevo Clínic y el BSC. El desembarco del Instituto Fraunhofer con el IBEC dibujará el círculo virtuoso como capital europea de la ciencia a la espera de verse completado al año siguiente por el proyecto europeo de chips fotónicos liderado por el ICFO...
Barcelona también es esto, y no necesita mucho más porque ya lo tiene.