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Los peajes para acceder a la zona baja de Manhattan entran en vigor

Circulación

Los conductores tratan de evitar el pago de 9 dólares buscando vías alternativas

Cámaras de control del tráfico instaladas en la avenida West End 

Ted Shaffrey / Ap-LaPresse

Los conductores de Nueva York y los de los estados de Nueva Jersey y Connecticut, los que a diario o de forma habitual se desplazan a trabajar y por negocios al cogollo de la gran ciudad, disponen ahora de una nueva forma de entretenimiento.

Consiste en buscar la manera de evitar el pago de los 9 dólares (hora pico) por el peaje de acceso a Manhattan, desde la calle 60 hasta el vértice final de la isla, puesto en marcha el pasado domingo.

El primer peaje en una ciudad de EE.UU. recaudará 15.000 millones al año, que se destinarán al metro

Este peaje, el primero en una ciudad de Estados Unidos, es el resultado de años de disputas y causas judiciales –todavía se anuncian más– por una regulación que pretende combatir el cambio climático, facilitar la movilidad en la ciudad más saturada de tráfico del mundo y recaudar fondos para mejorar el transporte público. También alegan que pude ser un factor para reducir los accidentes mortales. Durante el 2024 fallecieron 250 personas.

Calculan que se recaudarán 15.000 millones de dólares anuales, que revertirán en la reparaciones y modernización de sistemas en el deteriorado metro de la Gran Manzana, la espina dorsal de la metrópolis, así como en la ampliación de la flota de autobuses.

Todo esto es algo más que aclamado por los partidarios de esta nueva fuente de ingresos, que son una amplia mayoría según las encuestas. “Hemos estudiado esta cuestión durante cinco años y solo necesitas cinco minutos en el medio Manhattan para ver que el problema de tráfico es muy real”, explicó Janno Lieber, director ejecutivo de la Autoridad Metropolitana de Transporte (ATM). “Hemos de facilitar que sea más fácil para la gente que elige conducir, o que tiene que conducir, para circular por la ciudad”, añadió.

Oficialmente entró en marcha a primera hora del domingo, y un centenar de personas se reunieron para marcar el inicio de esta época, a pesar de las temperaturas de congelación, en la esquina de la calle 60 con la avenida Lexington. “Paga el peaje”, coreaban. Otros muchos se han manifestado en contra, entre estos el próximo presidente, Donald Trump, quien insiste en que la lucha para la anulación de este “impuesto” debe continuar.

Tras la calma del día inaugural, fue ayer cuando la innovación tuvo su prueba real, al ser la jornada laboral que marcaba el regreso a la normalidad tras las fiestas navideñas. Hubo numerosas imágenes de vehículos buscando aparcamiento justo en la calle 60 o por encima para burlar el peaje. Esto causó atascos en las dos circunvalaciones, la FDR Drivepor el lado este y la WSH (West Side Highway), en el oeste.

La hora pico es de las 5 a las 9 horas. Por la noche, la tasa cae a 2.25 dólares. Los camiones pagan 21,60 (5,40) y las furgonetas 14.40 (3,60). Las autoridades confían en que esta medida supondrá una eliminación del 13% del tráfico. Pero los ciudadanos se han de adaptar para ver resultados. En el primer día de presión laboral, la velocidad media se situó en 19 kilómetros a la hora, algo más lento de los 20,1 si se compara el esta misma jornada hace un año.

Los que normalmente no usan el vehículo están más que felices con la medida, que ha sido contestada en barrios como Brooklyn o Queens, y sobre todo por vecinos de Nueva Jersey, cuya última resolución judicial sin fruto se produjo el viernes.

Los establecimientos aseguraron que en la zona marcada cayeron las visitas de clientes.

Entre las estrategias para escapar al peaje se dieron casos como el de los conductores que vienen de fuera de Manhattan y tienen parking dentro de la zona de peaje, por lo que, por solo una calle, están obligados a pagar. Optaron por buscar otro parking.