Establecer protocolos de prevención más eficaces para evitar recidivas o recaídas de las enfermedades cardiovasculares y de cáncer de mama podría reducir sustancialmente la mortalidad de los pacientes. Esta es la principal reflexión de los Encuentros La Vanguardia que se han celebrado la pasada semana en Barcelona bajo el lema “Cáncer e infarto, abrazando una segunda oportunidad” y que han estado patrocinados por Novartis.
Más del 80% de los 36.000 cánceres de mama que se diagnostican anualmente en España sobreviven pero deben vigilarse”
Los dos ponentes invitados, la doctora Eva Ciruelos, Coordinadora de la Unidad de Mama del Hospital 12 de Octubre y de HM Hospitales, y vicepresidenta de Solti, y el doctor Josep Comín, Director Clínico del Área de Corazón y Director de Innovación, Investigación y Universidades de los hospitales de Bellvitge y Viladecans, coincidieron en que debe prestarse globalmente una mayor atención a la prevención, tanto la primaria como a la secundaria para evitar las recaídas. En el mismo sentido se expresaron el presidente de Novartis España, Jesús Ponce, y el vicedirector de La Vanguardia, Enric Sierra. Los dos destacaron la importancia de la prevención como la gran tarea a desarrollar por el sistema sanitario y por la sociedad.
Una buena prevención primaria de las enfermedades cardiovasculares podría llegar a reducir un 50% el índice de mortalidad
Los datos que aportó el presidente de Novartis hablan por sí solos. Cada cuatro minutos muere una persona a causa de alguna enfermedad cardiovascular. Esto supone 120.000 fallecimientos al año en España. La primera causa de mortalidad en el país, sin embargo, es el cáncer. En el planeta cada catorce segundos se diagnóstica, por ejemplo, un cáncer de mama.
La gran prevalencia de las enfermedades cardiovasculares y del cáncer de mama explica que Novartis, entre sus prioridades, haya puesto el foco en desarrollar su capacidad de innovación, de desarrollo clínico y de fabricación de medicamentos para tratarlas y prevenirlas. ”Hay aspectos relevantes para evitar las recaídas en ambas enfermedades –dijo Jesús Ponce-. Nuestro propósito es intentar re-imaginar la medicina para mejorar la vida de las personas. La salud es el mayor activo que tenemos y nosotros queremos avanzar hacia la salud del presente y del futuro”.
Las asociaciones contra el cáncer sustituyen al sistema sanitario en el apoyo psicológico y el soporte a los pacientes
Como dijo Enric Sierra la prevención es clave para la salud de cada persona pero también para el país. “Si evitamos entrar en un hospital nos ahorramos un mal rato y, además, generamos menos gasto para el sistema sanitario, que atraviesa graves problemas de financiación”.
A preguntas de Josep Corbella, periodista de La Vanguardia especializado en temas científicos, el doctor Comín dijo que hay que considerar las enfermedades cardiovasculares como crónicas, ya que no acaban cuando se ha superado un infarto o un ictus. Para estas personas el seguimiento de su salud, así como el autocuidado, son muy importantes para evitar una recaída. “El sistema sanitario –añadió- está preparado, muy bien preparado, para atender a los enfermos de urgencia en los hospitales por casos agudos, así como en los días posteriores que sea necesario. Pero el sistema sanitario debe cambiar e implementar cambios para garantizar un adecuado seguimiento de los pacientes a largo plazo una vez curados. Lo más relevante, de entrada, es facilitarles una mayor información sobre los pasos que deben seguir a partir de ese momento para prevenir recaídas”.
El asesoramiento, apoyo, ayuda psicológica y guía para afrontar el día a día es clave para evitar las recaídas de los pacientes
El doctor Comín explicó que una buena prevención primaria de las enfermedades cardiovasculares, que se iniciase ya desde las escuelas, podría llegar a reducir hasta un 50% el índice de mortalidad. La prevención secundaria, con un buen seguimiento después de los casos agudos, podría reducir la mortalidad otro 15%, aunque ello depende de cada paciente. Estos datos reflejan la importancia estratégica que tiene la prevención y la necesidad de enfocarse en ella.
La doctora Ciruelos explicó que más del 80% de los 36.000 cánceres de mama que se diagnostican anualmente en España sobreviven con una buena calidad de vida. Pero reconoce que la asignatura pendiente es el seguimiento que se hace de esos casos. “¿Cómo se cuidan? –preguntó-. Ese es otro reto”.
Con un tratamiento adecuado y un poco de ejercicio físico podría reducirse un 20% las recaídas por cáncer de mama, señaló la doctora Ciruelos. “Salir a caminar –comentó- es también un buen medicamento”. Reconoce la doctora, en este sentido, que las pacientes de cáncer de mama acostumbran a involucrarse en su cuidado personal, lo que es muy importante para evitar una recidiva. Pero también asume que el sistema sanitario no está debidamente preparado para hacerles un seguimiento estricto y adecuado. “El 88% de los casos de recidiva los descubrimos gracias a las alertas que nos hacen las propias pacientes cuando sufren dolor. En las pacientes asintomáticas la detección precoz de una recaída es muy difícil.
Cáncer y enfermedades cardiovasculares son las primeras causas de mortalidad
A juicio de la doctora Ciruelos lo más importante es centrarse en la prevención del cáncer a un nivel general. “Hay que tener en cuenta que en 2040, según las proyecciones efectuadas, dos de cada tres europeos van a tener un cáncer. Esta es la mala noticia. La buena es que uno de cada tres se podrían evitar con una buena prevención”.
Para reducir el riesgo de sufrir cáncer –explicó la doctora Ciruelo- sabemos lo que hay que hacer. Se sintetiza en cuatro ámbitos: prohibir el tabaco, reducir el consumo de alcohol, promocionar el ejercicio físico y fomentar una nutrición equilibrada. “Conseguir avanzar en todo ello –dijo- trasciende a la propia sanidad y se convierte en un objetivo cultural y político”.
En 2040 dos de cada tres europeos tendrán cáncer y uno de cada tres podría evitarse
“Si sabemos que fumar, consumir alcohol en exceso y hacer poco ejercicio es malo –añadió la doctora- hay que preguntarse porqué permitimos que los jóvenes caigan en esas conductas de riesgo para su salud”.
Los dos doctores señalaron que la labor de la asistencia primaria, tanto de los médicos como de las enfermeras, es fundamental también en las tareas de prevención y seguimiento.
“Para la prevención de las enfermedades, tanto el cáncer como las cardiovasculares, hay que empoderar sobre todo a la población, afirma el doctor Comín. “Esto implica –dijo- una corresponsabilidad entre el sistema sanitario, los ciudadanos, y por supuesto los pacientes. Comporta, por tanto, impulsar cambios en la educación y la formación para hacer de los ciudadanos, y por supuesto de los pacientes, agentes activos de salud. Es una tarea a largo plazo pero totalmente prioritaria”.
Todos los participantes en los Encuentros en la Vanguardia pusieron en valor, asimismo, la gran labor que realizan las asociaciones de pacientes para ayudar en el día a día a quienes han sufrido alguna enfermedad cardiovascular o algún cáncer. El asesoramiento, información, apoyo, soporte psicológico y guía para afrontar el día a día de quienes han sufrido o sufren algún evento agudo es fundamental. Este es un trabajo que debería corresponder también al sistema sanitario, según se puso de manifiesto en el debate que el periodista de La Vanguardia, Josep Corbella, mantuvo también con Cristina Herrera, presidente de la Asociación Osona contra el Cáncer, y con Tomás Fajardo, presidente de la Asociación Española de Pacientes del Corazón (Cardioalianza).
“Sin las entidades de ayuda contra el cáncer el tratamiento psicológico a los pacientes que ofrece el sistema sanitario resultaría del todo insuficiente –afirmo Cristina Herrera. Los tratamientos médicos contra el cáncer generan muchos daños colaterales a los que nadie presta atención y, en este sentido, la ayuda de las asociaciones de pacientes es fundamental”.
En el mismo sentido se expresó Tomás Fajardo con respecto al cuidado post hospitalario de los que han sufrido alguna enfermedad cardiovascular. Tenemos que ayudarnos unos a otros para mantener hábitos sanos y calidad de vida. También hay muchos pacientes a los que prestar el apoyo psicológico que no encuentran en el sistema sanitario”.
Las asociaciones de pacientes –concluyeron los participantes en los Encuentros en La Vanguardia- hacen una labor de atención de los enfermos que debería hacer el propio sistema sanitario y, sin embargo, no están todavía reconocidas oficialmente. Su reivindicación es que su trabajo sea adecuadamente valorado porque, en la práctica, sustituyen a la sanidad pública en la labor de contribuir a cuidar a los enfermos cuando salen del hospital y a ayudarlos en su incorporación a su vida diaria. Su labor es muy eficaz, igualmente, para ayudar en la prevención de recaídas en la enfermedad. El doctor Comín y la doctora Ciruelos, en este sentido, se mostraron partidarios de promover las asociaciones de pacientes como agentes de salud.