Baldo Cortón
Murcia, 28 sep (EFE).- El guitarrista norteamericano Pat Metheny ha dicho a EFE antes de iniciar una gira por España en noviembre próximo que “ahora entiende la música de una manera mucho más profunda” que cuando comenzó a principios de los años 70.
La gira por España comienza el día 7 de noviembre en Barcelona, continua al día siguiente en el Batel de Cartagena, el día 9 en Málaga, después el domingo día 10 en el festival de jazz de Huelva, para finalizar el 11 en el Auditorio Nacional en Madrid antes de emprender otro periplo por el Reino Unido.
Metheny, en una entrevista a través de un formulario escrito, elogia la calidad de los nuevos músicos de jazz, con “un nivel asombroso de fluidez” con sus instrumentos, aunque advierte que aunque la parte más importante de la música es su aspecto comunicativo y narrativo, a su juicio “ni siquiera la fluidez absoluta o esa exposición narrativa sirven para nada a menos que se tenga la expresión de algún tipo de alma o espíritu personal, y esa parte sigue siendo tan rara y esquiva como lo ha sido siempre”.
Recuerda con cierta nostalgia cuando conducía 23 horas seguidas la furgoneta hasta el siguiente concierto en sus primeras giras junto a Lyle Mays, con quien formó equipo dos décadas en una pareja que han llegado a compararse con el dúo Lennon y McCartney.
“La cuestión de llegar al concierto era la parte desafiante”, rememora Metheny, dejando a un lado la parte divertida que supuso tocar en el escenario con aquel viejo amigo fallecido en Los Ángeles hace cuatro años tras una larga enfermedad. Entre las curiosidades de Pat, además de su camiseta a rayas y su sempiterna melena, está el hecho de que jamás come cuando tiene que tocar en directo porque dice que eso le ayuda a estar más enfocado en el trabajo en el escenario.
Recientemente, Metheny se puso en contacto con la luthier canadiense Linda Manzer para que le construyera una guitarra barítono acústica que pudiera tocarse con cuerdas de nailon en lugar de las cuerdas de acero.
Con esa nueva y única guitarra grabó nuevas melodías escritas específicamente para ese instrumento y aprovechó para interpretar versiones como “Here, There and Everywhere” de los Beatles, y todo ello conformaría su último disco titulado “MoonDial” que presenta en esta gira por España.
Metheny recuerda que hace poco un joven se le acercó y le preguntó "cuándo volvería a hacer algo genial como Orchestrion”, en alusión a un sistema que ideó en 2010 para controlar mecánicamente, incluso con sistemas neumáticos, diversos instrumentos, un pequeño ejemplo de lo cual también traerá a esta gira.
A Metheny le gusta mirar hacia atrás en su larga carrera musical como si fuera “una novela larga con diferentes personajes yendo y viniendo”, si bien reconoce que o siente la necesidad "de reescribir el capítulo 9 cuando ahora estoy en el capítulo 43”, explica metafóricamente para dar por zanjada la pregunta si volvería a grabar un disco como aquel ‘American Garage’ que le capatultó desde el mítico sello ECM en el año 1979.
“No miro ningún período y digo ¿por qué hice eso?", reitera, y prefiere centrarse en constantes mejoras técnicas que le han caracterizado en las últimas dos décadas. “Ciertamente ahora tenemos excelentes herramientas”, aunque también le gusta recordar que ha habido grandes músicos y compositores que no tenían nada más que un lápiz y un papel, por lo que no está del todo seguro si tales nuevas herramientas tecnológicas “necesariamente nos están llevando a todos a obtener mejores resultados”.
Siempre que alguien le pide un consejo, Metheny dice que todos aprendemos al estar rodeados de personas de las que podemos aprender, y él lo hizo desde los 12 años en su Missouri natal con Gary Burton o mas tarde junto al bajista Jaco Pastorius.
Metheny ha pasado casi toda su vida de gira y la Europea que comenzó en Polonia en octubre, terminará a mediados de noviembre en el Reino Unido antes de viajar de nuevo a Canadá para continuar con este periplo para presentar sus trabajos 'Dream Box' y 'Moondial', el primero de los cuales es un curioso recopilatorio de grabaciones inéditas que el guitarrista hacía en secreto desde el año 1976.
El músico norteamericano huye de las habituales etiquetas que suelen ponerse a géneros y subgéneros musicales y por ello cuando se le pregunta por el futuro del jazz o del rock y a pesar de haber ganado 20 premios Grammy en diez categorías musicales diferentes, responde que esas etiquetas “tienen más que ver con un estilo de vida o un código de vestimenta o algún tipo de asunto cultural o político más que con la música, y realmente nunca me importó nada de eso”.
“Siempre me concentro en la música y cualquier cosa que realmente esté sucediendo a su alrededor es interesante para mí, sea lo que sea, y la orquestación de ideas en torno a la música ocupa un lugar muy bajo en mi lista de prioridades”, añade.
“Siento que es un gran privilegio ser músico y vivir una vida con aspiraciones musicales. Me despierto cada mañana con ganas de hacer lo mejor que puedo para intentar comprender la música y el lugar único que tiene en nuestro mundo”, remarca.
Rehúye las preguntas sobre su papel en el panorama jazzístico, porque, como dice, “no pienso tanto en el género musical sino que espero poder transmitir al mundo las ideas que he llevado todos estos años con claridad y propósito”.
“A veces se necesita un nuevo instrumento o una nueva forma de pensar para llegar a esas cosas, pero cualquier método que surja casi siempre se encuentra en la cadena de las ideas mismas”, señala sin desvelar el truco que lo ha llevado a ser denominado como uno de los mejores improvisadores de jazz de las últimas décadas.
Nacido en 1954 en Lee's Summit, Missouri, comenzó a tocar la guitarra a los 12 años. Su talento se desarrolló rápidamente e hizo su debut discográfico con Paul Bley y Jaco Pastorius en el año 1974. Cinco años antes había comenzado a tocar profesionalmente con algunos de los mejores músicos de Kansas como Gary Burton. EFE
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