Cuando en 1984 las energías renovables eran el sueño de unos pocos ingenieros y ecologistas visionarios, se instaló el primer aerogenerador del Estado español en Vilopriu (Alt Empordà). Qué evolución tan fenomenal se ha producido desde aquellos primeros molinos hasta los molinos actuales: ¡el tamaño (de 20 a 150 m), la potencia (de 15 a 5.000 kW) y la estética! Durante unas décadas, Catalunya fue referente mundial de la ingeniería y la fabricación de aerogeneradores. Ecotècnia se posicionó entre los diez primeros fabricantes del mundo. Se fundó cuando empezaban a proliferar los parques eólicos terrestres; pero lamentablemente en el 2007 fue adquirida por la multinacional Alstom. Dos años más tarde, el gobierno tripartito aprobó un decreto de implantación de renovables que limitaba las instalaciones y que no tuvo ningún resultado positivo. En pocos años, Catalunya se bajó del tren de la eólica terrestre.
Hasta entonces, la eólica marina, que se había desplegado en el mar del Norte, no tenía perspectivas de progresar en los países del Mediterráneo, donde la plataforma continental es demasiado estrecha. Se necesitaban nuevos sistemas de cimentación fija al fondo marino para instalar aerogeneradores en profundidades intermedias y tecnologías de flotación para aguas profundas. De aquí surgió uno de los proyectos estrella del Institut de Recerca en Energia de Catalunya ( IREC), el proyecto Zèfir; pero todavía no se habían ordenado los usos de las aguas territoriales españolas, y el proyecto se abandonó en el 2013. Catalunya perdió una oportunidad de oro.
Estamos en el 2024, 40 años después del parque de Vilopriu, y la Generalitat parece querer recuperar el tiempo perdido consciente de que vivimos en emergencia climática. El gobierno español ha aprobado el Plan de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM), que tiene en cuenta todos los usos que hacemos del espacio marítimo. Con respecto a la eólica marina, considera viables las zonas donde el viento es superior a 7,5 m/s por término medio. Sobre este criterio, el POEM determina que la única zona de Catalunya donde se permitirá instalar aerogeneradores (para uso comercial o en pruebas pilotos) es frente al Golf de Roses, con un perímetro que excluye cualquier área protegida. El IREC plantea la plataforma de ensayos Plemcat, donde se podrá ensayar la tecnología de aerogeneradores flotantes. Se podrá instalar hasta tres aerogeneradores en pruebas simultáneas y alojará equipamiento científico para estudiar la dinámica marina (viento, corrientes, oleaje...) o el efecto de los parques eólicos flotantes sobre el ecosistema marino a fin de minimizar su impacto negativo. Un laboratorio flotante único, abierto a empresas, centros de investigación y universidades. Una gran oportunidad con la financiación necesaria y apoyo de los gobiernos español y catalán. Es el lugar y el momento.