Poseer una fortificación medieval ya no es solo cosa condes, reyes u obispos. En la provincia de Teruel, cualquier persona con una cuenta de ahorros desahogada puede hacerse ahora con el castillo de Pradas de San Agustín, edificación del siglo XIII que acaba de salir a la venta por 200.000 euros. Para bolsillos más modestos se oferta la masía fortificada de la Capellanía de Castellote, del siglo XIV, que tan solo cuesta 15.000 euros.
Son importes “propios de saldos”, tal y como detalla el arqueólogo Javier Ibáñez, experto en la materia, al diario local Heraldo de Aragón, que adelantó la noticia este lunes.
Según cuenta, ambos edificios están catalogados como bien de interés cultural (BIC), por lo que cualquier intervención sobre ellos deberá contar con la aprobación previa de la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural para preservar su valor monumental. Como el tiempo y la falta de mantenimiento los han convertido en ruinas o amenaza con arruinarlos, admite que el coste de su rehabilitación superará, con mucho, el de su adquisición.
El castillo de Pradas, próximo al límite con la provincia de Castellón, está a la venta en una web inmobiliaria. El Heraldo asegura que el Ayuntamiento no desiste en su empeño por adquirirlo con el objetivo de garantizar su conservación y, si es posible, restaurarlo. Sin embargo, el Consistorio no puede llegar al precio que plantea la propiedad, y los intentos por acordar la compra con sus dueñas no han logrado resultados.
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El coste de rehabilitar ambos edificios supera ampliamente el de su adquisición
El el anuncio de venta, se destaca que se trata de un edificio “singular y único” y que es un inmueble “con historia”, ubicado en un enclave con forma de loma “con unas vistas privilegiadas, idóneo para su reconstrucción y uso como casa de veraneo y descanso”.
En total, la finca ofertada ocupa 931 metros cuadrados y los restos de la fortificación incluyen una torre de planta cuadrada y abundantes restos de murallas. La web advierte que se trata de un inmueble “a reformar”.
Por su parte, la torre medieval, con la estructura relativamente bien conservada, fue edificada con mampostería, salvo las esquinas y los vanos, que son de sillería, aunque el anuncio asegura que la construcción también está “para reformar”.
En total, la superficie ofertada es de 330 metros cuadrados e incluye también los antiguos corrales de ganado adosados al monumento. Entre sus ventajas, destaca su fácil accesibilidad dado que está situada al pie de la carretera que comunica la población de Molinos con Castellote.
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El propietario de la masía quiere priorizar las ofertas que quieran reconvertirla en una atracción turística que ayude a la economía local
Su propietario, Jorge Esteban, reconoce al diario aragonés que ha recibido tres propuestas prometedoras de compra del inmueble, que lleva 70 años en la familia después de que lo comprara su abuelo, en medio de la “avalancha” de contactos registrados desde que salió el anuncio de la venta hace tres semanas.
Además, asegura que la cubierta corre peligro de derrumbe y que él no puede asumir el coste de la rehabilitación, y que a la hora de vender, priorizará las ofertas que tengan previsto reconvertir la masía en un negocio turístico que contribuya a dinamizar la economía local.