“Cuando ganas peso, el cuerpo lucha para que no lo pierdas”
Marc Schneeberger
Este investigador de la Universidad de Yale (EE.UU.) ha sido galardonado con el premio Princesa de Girona por sus indagaciones relacionadas con la obesidad
La canadiense Sabrina Habib, impulsora de la mayor red de atención infantil de Kenia, premio internacional Princesa de Girona
Marc Schneeberger Pané (Lloret, 1987) es joven. Tiene solo 36 años. Pero a pesar de ello, ya dirige su propio laboratorio de investigación en la Universidad de Yale (EE.UU.). Licenciado en Farmacia por la UB, se marchó a Nueva York para hacer un posdoctorado con el prestigioso investigador Jeffrey Friedman, con el que trabajó siete años. Ambos hallaron un circuito neuronal nuevo que regula el hambre. Este es el campo de conocimiento que le quita el sueño. “Mi pregunta central siempre ha sido cómo se regula el peso corporal”, admite. Sus indagaciones le han hecho valedor, ahora, del premio Princesa de Girona en investigación científica.
Con Friedman investigaba circuitos cerebrales y ahora está centrado en la neurovasculatura. ¿De qué se trata?
Observamos en ratones obesos que hay regiones del cerebro donde las neuronas están más activas. Estas últimas, para funcionar, necesitan que el torrente sanguíneo transporte a la región de interés oxígeno y nutrientes, pero si están activas, todavía lo necesitan más, por lo que el riego sanguíneo tiene que aumentar. Existía el dogma que decía que la intensidad del riego podía cambiar, pero no la estructura de la vasculatura (conjunto de vasos sanguíneos) cerebral.
¿Y lo han podido refutar?
Sí. Creamos una tecnología que nos ha permitido registrar en tres dimensiones toda la vasculatura cerebral. La aplicamos en ratones (unos estaban delgados y otros obesos) y vimos que la estructura cambiaba. Hay pequeños cambios en determinadas regiones implicadas funcionalmente con el hecho de comer y dejar de hacerlo. A partir de ahí, pusimos el interés en dos ángulos.
¿Cuáles?
Vimos que había regiones que controlan los procesos directos de ingesta que tenían más vasculatura mientras que, por contrapartida, había áreas cognitivas, de alto nivel, que tenían menos. La hipótesis es que la estructura de la vasculatura junto con el riego sanguíneo tienen un papel activo y dinámico para determinar tanto los procesos relacionados con el hambre como los cognitivos. Por tanto, pretendemos estudiar la asociación entre la obesidad y las enfermedades neurodegenerativas como el alzheimer o el déficit cognitivo. Se sabe que en humanos obesos metabólicamente no sanos hay una correlación entre su estado y el hecho de tener más tendencia a padecer alzheimer.
La obesidad es una enfermedad cerebral"
O sea, puede haber una relación entre la obesidad y las enfermedades neurodegenerativas.
Sí. Hay muchas personas que todavía ven la obesidad como una enfermedad del tejido adiposo, cuando es una patología cerebral: tienes ansiedad por comer, comes más, si no lo haces estás de mal humor… Y no solo es cerebral, también es crónica, porque has estado expuesto a una dieta alta en grasas durante meses o años, por lo que ha habido un impacto constante y prolongado. A la vez, es una enfermedad periférica [más allá del cerebro]: afecta a los músculos, al tejido adiposo…
¿Por dónde quieren empezar a investigar?
Pretendemos ver primero los procesos más primarios. O sea, si el hecho de llevar una dieta rica en grasas (bollería, hamburguesas…) activa en primer lugar las regiones que están controlando el hambre, creando más vasculatura. Y, en segundo lugar, si los nutrientes que cambian la vasculatura de esa región la hacen más permeable a sustancias, como los ácidos grasos, que traspasan la barrea hematoencefálica (que es protectora) provocando inflamación y que otras regiones menos protegidas sufran procesos de degeneración vascular.
¿A más vascularización, más protección?
Creemos que las regiones que están más vascularizadas están más protegidas al estar más activas. Pero regiones más corticales, más relacionadas con procesos cognitivos, no lo están tanto. Y puede haber baja vascularización por la inflamación, por lo que las neuronas mueren y aparece la neurodegeneración.
Una vez tienes esa neurovasculatura, ¿tu cuerpo te pide comer alimentos más grasos?
Es algo que queremos explorar. Estamos dando dieta grasa a ratones en estado, a otros que acaban de nacer, a adolescentes (entre 6 y 8 semanas de edad) y a un último grupo a partir de las 12 semanas de vida. Así podremos estudiar la obesidad gestacional, temprana, adolescente y adulta y comparar cómo está la neurovasculatura. ¿La hipótesis?: veremos más cambios en los que iniciaron antes la dieta.
Para nuestro cuerpo es beneficioso a nivel evolutivo tener una dieta grasa a su alcance"
¿Son reversibles esos cambios?
Lo queremos estudiar. Una vez el ratón sea obeso, lo pondremos a dieta y a hacer ejercicio. Cuando haya perdido peso, observaremos cómo está la vasculatura. Si vemos regiones que estaban alteradas y siguen igual querrá decir que esta exposición en edades tempranas está comprometiendo su funcionamiento de adulto.
Entiendo que se pueden extrapolar los resultados de ratones a humanos.
Lo bueno de usar los circuitos metabólicos esenciales para sobrevivir (comer, beber, regular la temperatura corporal…) es que son muy parecidos en ratones, monos y humanos. Las neuronas que regulan el hambre en los ratones son las mismas que lo hacen en humanos. Estos aspectos tan fundamentales para cualquier especie están conservadas desde hace siglos, por eso para nuestro cuerpo es beneficioso a nivel evolutivo tener una dieta grasa a su alcance.
¿Por qué?
Porque todavía no ha evolucionado lo suficiente respecto a hace miles de años, cuando estábamos en las cavernas y acostumbrados a estar tres días sin comer porque era necesario cazar para hacerlo. Ahora tenemos cualquier tipo de alimento a mano, y para el cuerpo ganar peso es algo positivo, porque cuenta con reservas. Es verdad que hay un momento, cuando estás obeso y el sistema está tan desregulado, que lo ve como algo negativo, pero ya no está a tiempo de deshacerlo. Cuando ganas peso, el cuerpo lucha para que no lo pierdas.
No hay salida...
Existe en la actualidad un nuevo grupo de fármacos, análogos de GLP-1, que se han hecho muy populares y que usan algunos actores famosos, que están consiguiendo de forma estable bajar algo el peso corporal. Pero siguen encontrando una barrera que no pueden cruzar. Les es imposible pasar de un porcentaje de pérdida de peso que conduzca al retorno de un peso normal. ¿Por qué? Porque el cuerpo baja el gasto metabólico, y todo ello porque ve la pérdida de peso como una emergencia.
Si no hacemos algo, nuestra sociedad será genéticamente más obesa"
Entiendo, entonces, que las dietas milagro no sirven para nada.
Ninguna funciona. Puedes perder al inicio, cuando es posible que empieces además a hacer mucho ejercicio. Pero en el momento en el que pares esa dieta, tu tejido adiposo volverá a recuperar lo que tenía.
Pero si lo habías perdido, ¿por qué lo recuperas?
Lo habías perdido pero desconoces los defectos genéticos moleculares que se han creado en ese tejido adiposo. Por ejemplo, la capacidad celular de gastar energía puede ser más baja, y en el momento que recuperes la dieta que seguías antes de intentar perder peso…
¿Llegará un momento en que la obesidad se podrá curar con una pastilla?
No creo que eso sea posible. No obstante, gracias a la investigación sabemos más para poder hacer más prevención asegurándonos, por ejemplo, de que nuestros hijos sigan una buena dieta y hagan ejercicio. No es para alarmar a nadie, pero España es líder en obesidad infantil en Europa. Si no hacemos algo, genéticamente también cambiaremos, nuestra sociedad será genéticamente más obesa, y luego será más difícil actuar, porque naceremos con esa predisposición a que los nutrientes que ingiramos se conviertan en grasa más fácilmente.
Los premios Princesa de Girona
Referentes para otros jóvenes
La canadiense Sabrina Habib, de 35 años, directora ejecutiva y cofundadora de la red de atención infantil más importante de Kenia, se alzó este viernes con el premio Princesa de Girona 2023 en la categoría internacional. Habib se sumó así a los galardonados que ya se conocían, como los catalanes Marc Schneeberger (36 años, investigación científica) y Sílvia Fernández (31, social), además del mallorquín Rafael Jordà (35, empresa) y la granadina María Dueñas (21, artes y letras).
Tanto Sabrina Habib como sus cuatro compañeros de premio tienen, a pesar de su juventud, una trayectoria vital apabullante, ya sea en las iniciativas sociales, la empresa, la ciencia o las artes. María Dueñas, por ejemplo, acabó sus estudios en el Conservatorio de Música a los 11 años. Esta violinista y compositora multipremiada ya ha firmado un contrato con el sello Deutsche Grammophon.
Rafael Jordà ha creado una empresa, Open Cosmos, “que ha democratizado el acceso al espacio” y da trabajo a 70 personas en España y Reino Unido. La firma diseña y pone en órbita satélites del tamaño de un microondas. Entre otras cosas, estos ingenios (ahora hay 17 en proceso de construcción) permiten monitorizar el impacto de la crisis climática en las costas y en entornos naturales.
Los responsables de la Fundación Princesa de Girona comentaron que muchos jóvenes citan a deportistas, cantantes o actores cuando les preguntan por sus referentes. “Y está bien que sea así, pero hay otros que aportan mucho más para construir un mundo mejor”. Personas como Sílvia Fernández, presidenta de la Fundación Arte Paliativo, que acompaña a enfermos y les ayuda a expresarse. Su hermana, que nació con una enfermedad rara, fue su inspiración. En el caso de Marc Schneeberger fueron sus padres, que regentan un chiringuito en la Costa Brava. “La cocina es mi segunda gran pasión. La primera es la ciencia”, dice este biomédico que investiga los procesos de la obesidad. / D.M.