“¿Razones para ser voluntario? Diría que la gente que conozco que encontró una manera de compartir lo que tiene con los demás o dar su tiempo, son las personas más felices que he visto en todo el mundo”. Quien habla es Magnus MacFarlane-Barrow, fundador de Mary's Meals, una ONG que alimenta a más de 2 millones de niños en una veintena de países. Desde que comenzó a trabajar en iniciativas de caridad, en 1992, ha recorrido el mundo buscando acercar a los niños a las escuelas para tener un plato de comida diario, en una lucha sostenida contra el hambre. Con su fundación ha despertado el interés de figuras de renombre como Gerard Butler, Annie Lennox o Celine Dion, quienes no dudaron en apoyar abiertamente su iniciativa. Sin embargo, Magnus no permite que el reconocimiento lo aleje de su foco: “Creo firmemente que se puede terminar con el hambre. Pero nuestra misión no existiría sin voluntarios”.
La clave del trabajo de fundaciones como Mary’s Meals es sin duda la vocación de servicio de una red de personas conectadas a lo largo y a lo ancho del globo. Pero esa red no se tiende sola, razón por la cual Magnus, que vive con su familia en Escocia, viaja permanentemente para “organizar los esfuerzos”. Así lo explicó en su paso por Madrid, donde tuvo la oportunidad de reunirse con Julio Domingo Souto, Director General de Fundación MAPFRE, y Daniel Restrepo, director del Área de Acción Social de la misma fundación, para conversar sobre acciones futuras y la importancia de impulsar el voluntariado.
“Terminar con el hambre es posible porque ya hay suficiente comida para todos”
La misión común de combatir el hambre, los une. “Fundación MAPFRE nos ha ayudado mucho en nuestra tarea de alimentar niños. Su misión en Latinoamérica es muy parecida a la que estamos haciendo nosotros en otras partes del mundo”, dijo Magnus, en referencia a varios proyectos que está impulsando la fundación española, entre los que se destaca el de la producción, junto a la Fundación Grupo Siro, de una ‘galleta nutricional’, enriquecida con vitaminas y minerales, que se distribuyó en Guatemala y España, y el año que viene llegará a México y Venezuela.
“La pandemia ha cambiado el panorama de las necesidades más urgentes de todo el mundo. Lo primero, es que ha sobrevenido una crisis económica brutal, por la que muchas familias no pueden tener acceso a la alimentación. Esto nos ha llevado a preocuparnos por la nutrición de los niños. La galleta nutricional intenta paliar el hambre oculta. No todo el mundo puede acceder a todos los alimentos necesarios. Con la galleta pretendemos que se puedan suplir esas carencias nutricionales”, explicó Daniel Restrepo.
Ser voluntario después de la pandemia
Cuando falta muy poco para el Día Internacional de los Voluntarios, que desde 1985 se celebra cada 5 de diciembre, reflexionar sobre los desafíos detrás de las tareas solidarias es importante. Más aún luego de un año como el 2020, cuando el miedo a un virus hasta entonces desconocido despertó todo tipo de reacciones en la gente.
“Creo que vimos muchas cosas interesantes del comportamiento humano en la pandemia. Algunas muy buenas, otras no muy buenas. Son circunstancias extremas que la mayoría de nosotros nunca habíamos experimentado antes. Creo que la gente actuó llevada por el miedo. Pero más allá de todo, nuestra experiencia trabajando en este contexto fue increíble. Más gente que nunca se acercó y buscó sumarse, lo que me sorprendió porque, a pesar de que cada uno tenía sus propios desafíos para enfrentar, se volcaron a ayudar”, comentó el creador de Mary’s Meals.
La pandemia, nos ha tocado porque nos ha demostrado que todos somos vulnerables y nos ha igualado en ese sentido. Pero España es un país profundamente solidario y se ha volcado a ayudar".
En el mismo sentido, Daniel Restrepo destacó la solidaridad de los españoles: “Por una parte está el miedo. Pero también hay un instinto colaborativo que saca lo mejor de nosotros. La pandemia, nos ha tocado porque nos ha demostrado que todos somos vulnerables y nos ha igualado en ese sentido. Pero España es un país profundamente solidario. La gente se vuelca ante la necesidad de ayuda”.
Para Julio Domingo Souto, los voluntarios “constituyen un eslabón imprescindible en esta inmensa cadena de solidaridad”. “Estamos realmente orgullosos de cada uno de los voluntarios de Fundación MAPFRE que dedican su tiempo y esfuerzo a los demás y lo hacen desde una profunda vocación por generar una transformación positiva en la vida de las personas”, agregó el director general de la institución.
Qué significa la “caridad auténtica”
Mary’s Meals, fundada por los hermanos Magnus y Fergus MacFarlane-Barrow, se hizo conocida por lograr lo impensable: solo necesita 18,30€ por curso escolar para alimentar a un niño. Así, consiguió dar de comer a menores de 19 países: Benín, Myanmar, Ecuador, Haití, India, Kenia, Liberia, Malawi. Sudán del Sur, Tailandia, Uganda, Zambia, Líbano, Siria, Etiopía, Madagascar, Rumanía, Zimbabwe y Nigeria.
Sin dudas hay una gran estructura detrás y Magnus es el encargado de “hacer que los actos de los voluntarios sean efectivos”. “Es un gran regalo que la gente te de su tiempo para ayudar. Es un tesoro. Y por eso es una gran responsabilidad organizarlo”, reconoció.
Si nos identificamos únicamente como los ‘dadores’ podemos, de alguna manera, caer en un sentimiento de superioridad. La caridad auténtica es siempre dar y recibir".
Pero además, explicó que ser parte de una fundación no es la única manera de ser voluntario. “Muchas personas ayudaron espontáneamente a sus vecinos, adultos mayores que estaban solos, durante la pandemia”, comentó, y dijo: “Ser voluntario se trata de crecer, de entender quiénes somos, cuál es nuestra dignidad, nuestro valor, el rol que jugamos en este mundo. Da sentido a nuestra vida. Por eso invito a todos a que lo hagan”.
Autor de dos best seller, El cobertizo que alimentó a un millón de niños (2017) y Give: Charity and the Art of Living Generously (2020), hay un concepto que Magnus MacFarlane-Barrow explica muy bien: el de “caridad auténtica”.
“En esencia, para mí esto es un trabajo de amor”, definió, y dejó en claro que su enfoque es evitar “pensar en que los logros que se obtienen mediante la caridad son triunfos personales”. “Tiene que ser un trabajo genuinamente de servicio. Si nos identificamos únicamente como los ‘dadores’ podemos, de alguna manera, caer en un sentimiento de superioridad. La caridad auténtica es siempre dar y recibir. Nadie en la vida va solamente ayudando a la gente, hay momentos en que necesitas recibir y otros dar. Eso creo que es una manera saludable de pensar la caridad”, concluyó.
Su “caridad auténtica” tiene un objetivo claro: terminar con el hambre. En reiteradas entrevistas, MacFarlane ha afirmado que “hay suficiente comida para todos en el mundo”. Aunque tras la pandemia los números se dispararon y hoy una de cada diez personas padece hambre, el fundador de Mary’s Meals insiste en que “es absolutamente posible” lograr que eso cambie. Y una de las soluciones, apunta, está en la educación, por eso las comidas de Mary’s Meals se sirven en escuelas. “En el corto plazo estamos haciendo este esfuerzo de alimentar a los niños, pero creo que es importante que haya educación. Con mayor acceso a la educación uno puede contribuir por ejemplo al crecimiento de la agricultura, o a traer paz, porque los conflictos bélicos también son grandes generadores del hambre”, advirtió.
Buscar la paz es clave, porque los conflictos bélicos son grandes generadores de hambre en el mundo”
Este año, el Día Internacional de los Voluntarios pondrá énfasis en la necesidad de combatir el problema de la alimentación colaborando con proyectos nutricionales. Aunque las fundaciones todavía están adaptándose a las dificultades de las acciones presenciales que dejó la pandemia, la buena noticia es que lo virtual se ha potenciado y hay mucho en marcha. Y como bien explicaron desde Fundación MAPFRE, la voluntad de ayudar no solo está sino que ha crecido. La tarea de ahora en más será llevarla a buen puerto.