Àngel consiguió ayer abandonar la sala de cuidados intensivos en la que se ha debatido entre la vida y la muerte durante 172 días. Un periodo de tiempo que le convierte todavía más en protagonista: es el paciente que más tiempo ha permanecido en una UCI en España hasta ahora. Y ha sobrevivido a la Covid-19. Tras esos 172 difíciles días, Àngel (la familia prefiere mantener el apellido en el anonimato) ha sido trasladado al Instituto Guttmann, donde iniciará un programa de recuperación.
Este auxiliar de enfermería de la UCI del hospital de Igualada, donde ha sido atendido, ingresó el pasado 16 de marzo “por una insuficiencia respiratoria grave secundaria a neumonía bilateral Covid-19”. El coronavirus estaba entonces en plena expansión. Cuatro días después de esa fecha, el Govern de la Generalitat declaraba el confinamiento de la Conca d’Òdena, dada la alta incidencia del virus en esa zona. Este hombre fue uno de los primeros afectados por una enfermedad que suma ya la trágica cifra de más de 29.000 muertos.
Según el parte médico, a lo largo de su estancia en la UCI, la salud del paciente ha sufrido múltiples y graves complicaciones. Àngel ha padecido coagulopatías, insuficiencia renal –para la que requirió hemodiálisis–, y sepsis derivada de una infección respiratoria y abdominal. Todo el equipo médico que le ha atendido y su familia reconoce ahora que han temido por su vida en múltiples ocasiones.
Este auxiliar de la UCI del hospital que le ha atendido, el de Igualada, inicia su recuperación en el Instituto Guttmann
Àngel encarna la esperanza de supervivencia a un virus en un hospital, el igualadino, especialmente castigado por la pandemia. En todo este tiempo, este auxiliar ha contado con el apoyo incondicional de sus compañeros. Todo el personal del hospital se interesaba por él a diario. “¿Y Àngel, cómo está?”, fue durante todos estos meses la pregunta más repetida. Por fin, ayer la respuesta pudo ser la deseada: “Está mejor”.
“Àngel es uno de los nuestros”, cuenta el doctor Santi Abreu, jefe del servicio de Anestesiología y Medicina Intensiva del hospital de Igualada. Recuerda que lleva más de 20 años como auxiliar de la UCI y le describe como un buen colega, “siempre de buen humor”. “Un hombre corpulento que ha demostrado una fortaleza física y mental increíble”, asegura. Y añade: “Más que un ángel es como un ave fénix que ha resurgido una y otra vez de todas las complicaciones que se han ido presentando”.
Assun, su compañera, que no se ha alejado de su lado ni un solo día, animándole en las duras sesiones de fisioterapia, confirmaba tras su salida de la UCI el buen estado de Àngel: “Se encuentra bien y animado”. También ha permanecido junto a él el resto de su familia, especialmente sus hijas y sus nietos.
No tiene afectados ni el habla ni sus órganos internos pero sí sus músculos y precisa apoyo de oxígeno
Àngel fue trasladado ayer mismo al Instituto Guttmann, especializado en rehabilitación intensiva. Puede hablar y sus órganos internos funcionan con normalidad, pero aun necesita un mínimo apoyo de oxígeno y sus músculos se han visto afectados. Le queda un largo recorrido de recuperación para reeducar su cuerpo y ganar fuerza. Una nueva batalla.
La dirección del hospital de Igualada reconoce que el caso de Àngel es excepcional “porque estas estancias tan largas en una UCI no son habituales y el pronóstico de recuperación de los pacientes disminuye a medida que avanzan los días”. Aun con la alegría por la buena noticia, desde el centro hospitalario llaman a no relajarse y levantar todos los escudos posibles ante el virus, que no son otros que la autoprotección y el cumplimiento de las medidas dictadas por las autoridades sanitarias.