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Una mascarilla que resiste 20 lavados

Crisis sanitaria

La empresa Arpe suministra las protecciones a la UPC y lanza protectores de poliéster reciclado procedente de botellas usadas

Joan Pere, gerente de la empresa textil Arpa, de Arenys de Munt, muestra sus productos

Llibert Teixidó

La opción de las mascarillas reutilizables ha empezado a abrirse paso a medida que se constata que pueden ser una solución más económica y con menor impacto ambiental que las protecciones de un solo uso.

A esta conclusión ha llegado la Universitat Politècnica de Catalunya que ha decidido equiparse con protecciones reutilizables ante el alto coste que le suponía tener que entregar cada día una mascarilla a las 35.000 personas (entre estudiantes, docentes y personal) que visitarían a partir de septiembre sus instalaciones.

Un equipo de expertos de la UPC hizo acopio de las mejoras propuestas, efectuó una selección y, al final, eligió la más apropiada: una confecciona por la empresa Arpe de Arenys de Munt.

La mascarilla en cuestión está fabricada con multifilamento poliéster 100%.

“Combinando las diferentes estructuras en el tejido interior y exterior hemos comprobado que el filtrado mejora enormemente”, dice Joan Pera, gerente de Arpe.

La norma oficial señala que si el poliéster resiste un mínimo de cinco lavados, ya puede ser considerado como un producto reutilizable. Joan Pera destaca que el laboratorio que hizo las pruebas, el Instituto de Tecnología Textil de Alicante (Aitex) pudo dar fe de que, “después, de 20 lavados, la mascarilla mantiene sus propiedades”, aunque él cree que puede conservarlas muchas más veces; tal vez 50.

“La cuestión no es que una mascarilla pueda lavarse 40 o 50 veces, sino que cuando se lave todas esas veces, aún mantenga la capacidad de filtrado”, recalca. El precio de venta al público de la mascarilla (15 euros la unidad) la hacen plenamente rentable económicamente –señala– sin contar sus ventajas ambientales.

La empresa Reprotec ofrece en servicio de recogida y limpieza de mascarillas por 12 euros al mes

El equipo de la UPC que valoró las propuestas tuvo en cuenta que el protector tuviera la certificación de alguno de los dos laboratorios españoles acreditados por ENAC para comprobar que las mascarillas cumplen los requisitos de eficacia de protección bacteriana y respirabilidad.

“Consideramos que esta mascarilla es la más adecuada por la elevada durabilidad, la ausencia de productos químicos de acabado y potencial de reciclado, así como por las certificaciones de calidad ambiental”, señala Enric Carrera, director del Instituto de Investigación Textil (Intexter) de la UPC. La mascarilla tiene además un certificada ecológico Oeko-Tex, que garantiza que en todo el proceso de hilado, tejido y tintura se utiliza productos químicos que no tienen un impacto ambiental negativo.

La fábrica textil Arpe ha empezado también a comercializar mascarillas de poliéster reciclado procedente de botellas PET de bebidas de postconsumo, con las que se produce un hilo multifilamento para obtener este tejido.

Mascarillas reutilizables, en la fabrica de Arpe, en Arenys de Munt

Llibert Teixidó

“El ciclo de vida de una mascarilla reutilizable, considerando un promedio de 50 lavados, tiene una huella de carbono de 117 gramos de CO2por unidad (incluyendo fabricación, transporte, uso y gestión del residuo), mientras que satisfacer los mismos 50 usos con mascarillas de un solo uso podría significar una emisión de más de 2.000 gramos de CO2. A partir de tres mascarillas de un solo uso evitadas, el impacto ambiental de la solución reutilizable es menor”, concluye Jordi Oliver de acuerdo con los resultados de un estudio realizado por Inèdit para Arpe.

En el mercado se va abriendo paso estas mascarillas. La empresa Reprotec distribuye mascarillas para empresas y colectivos que incluye un servicio de recogida y limpieza por un precio de 12 euros al mes.

“Cada semana damos cinco mascarillas a los trabajadores y, al final de la semana, las recogemos, las lavamos, las planchamos y las volvemos a entregar limpias”, dice su jefe de marketing, Óscar Pardo. Son mascarillas certificadas en laboratorios homologados, y “con una eficacia bacteriana superior al 90”.

La OMS no recomienda las mascarillas de algodón porque absorbe la humedad, con lo cual, si el aerosol emitido por un enfermo se proyecta sobre una persona sana, su mascarilla puede captarlo. Algunas empresas aplican a los tejidos acabados químicos hidrófobos (anti humedad), pero a veces tienen poca duración, con lo cual resultan ineficaces tras varios acabados.

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