Un grupo de científicos de diferentes disciplinas ha revisado la investigación científica en el ámbito del lavado bucal para valorar el potencial de algunos compuestos que se utilizan en colutorios para reducir la transmisión del SARS-CoV-2 en las primeras etapas de la infección. Los resultados han sido publicados en la revista de fisiología Function .
Entre los participantes está el virólogo Albert Bosch, catedrático de la Facultad de Biología de la UB y presidente de la Sociedad Española de Virología, además de especialistas en lípidos, microbicidas y expertos en salud de las universidades de Cardiff, Nottingham, Colorado , Ottawa y Cambridge. También ha participado la industria facilitando información sobre la formulación de los colutorios.
Podrían ayudar a inactivar el virus”
“Es un estudio que ha revisado productos que hay en el mercado y muchos contienen alcoholes y otras sustancias viricidas, así que podrían ayudar a inactivar el virus. Habría que estudiar su efecto en el coronavirus pero con otros virus de este tipo se ha visto en diversos estudios que tiene un efecto sobre ellos”, ha explicado Bosch a La Vanguardia.
El SARS-CoV-2 es un virus envuelto en una membrana de grasa lipídico. Una de las estrategias que han planteado los científicos para inactivar el virus en la garganta es dañar esta membrana. Estudios previos han mostrado que los agentes que hay habitualmente en los colutorios bucales, tales como cantidades bajas de etanol, povidona yodada y cloruro de cetilpiridinio, podrían degradar las membranas lipídicas que rodean los virus.
No deben usarse a discreción, sino en el uso habitual y en la dosis recomendada en cada producto”
En este trabajo, los investigadores han evaluado las formulaciones de colutorios existentes para determinar su capacidad potencial de actuar sobre los lípidos del SARS-CoV-2 y han sugerido el estudio clínico de algunos compuestos. Según los autores, la investigación publicada hasta ahora sobre virus envueltos, incluyendo los coronavirus, refuerza la idea de que hay más investigación sobre si el lavado oral podría considerarse una forma de reducir la transmisión del SARS-CoV-2.
La investigación para determinar el potencial de este enfoque podría incluir la evaluación de fórmulas ya existentes o diseñadas a medida en el laboratorio. En cualquier caso, ya sería posible llevar a cabo ensayos con algunos de los productos existentes en el mercado.
“Nosotros no decimos que esto cure ni que sea la solución definitiva, solo que pueden ser útiles. Tampoco entramos en si unos son mas recomendables que otros para el esmalte dental”, advierte Bosch, quien añade “que no deben usarse a discreción, sino en el uso habitual y en la dosis recomendada en cada producto”.
Medidas de protección
“Podrían servir porque hay estudios que indican que las glándulas salivares serían un reservorio (lugar donde permanece) del virus”, arguye este virólogo.
Algunos estudios clínicos apuntan que los colutorios contienen suficientes productos viricidas que son efectivos para actuar contra los lípidos de los virus con envoltura. Faltaría determinar si también lo son contra la membrana del SARS-CoV-2. Los investigadores destacan la necesidad de hacer este tipo de investigación de una manera urgente.
“Habría que comprobar si mimetizando los tiempos y las condiciones de los gargarismos con productos que contienen una serie de componentes con actividad viricida se inactiva realmente el virus SARS-CoV-2”, señala Bosch. “Sin embargo -continúa el investigador-, mantener las distancias sociales y establecer barreras a la transmisión, como el uso de mascarillas y guantes, en determinadas condiciones, sigue siendo el método más efectivo para frenar la propagación del virus”.