El dietario de ‘El Món’
Semana 20
Puigdemont y Comín en el Parlamento Europeo. Mesa de diálogo Toni Comín / Jordi Cañas. Un cardenal en RAC1 y un programa seis meses antes de los Juegos desde la sede del Comité Olímpico Internacional.
Lunes
CarlesPuigdemont
Junto a Toni Comín entrarán hoy como eurodiputados al Parlamento Europeo. Emitimos desde Estrasburgo y entrevistamos a Carles Puigdemont desde el estudio 4 del Parlamento. Llega a las 8.25 de la mañana acompañado sólo de su encargada de comunicación. Problema: no sé hacer el nudo de la corbata, y, por protocolo, siempre que visita la radio un presidente, me pongo traje. No hay nadie en el estudio cuando entra. Y por segunda vez (la primera fue cuando le entrevisté en Schleswig Holstein, Alemania) le pido al president Puigdemont que me haga el nudo de la corbata para poder entrevistar al president Puigdemont. “Uno de Girona haciendo la corbata a uno de Can Fanga. Como nos tenemos que ver”, dice riendo. Es uno de los mejores días de su vida.
Martes
Toni Comín / Jordi Cañas
Han estado en un debate en Catalunya Ràdio minutos antes. Había quedado con Cañas a las diez y se presenta puntual en este estudio del Parlamento. Hace años que conozco a Cañas. Es tan duro en el debate como afable en la distancia corta. De pronto veo, a través del cristal, que me saluda Comín. Le pido que entre cinco minutos y se siente junto a Cañas. Lo hace. Los dos aceptan, hablan incluso de cenar un día. ¿A ver, quién pagaría? A escote, dice Comín. En el debate judicial entran en bucle. Ninguno de los dos rebaja la tensión, pero, como mínimo, observo que están sentados juntos y ni Comín ni Cañas se han negado. Aprecio muchísimo a Comín. Verlo ayer llegar en coche a Estrasburgo junto a su hermana Betona me hizo feliz.
Miércoles
Javier Cámara
Hoy hablo con Javier. Y recuerdo un día que Jaume Roures organizó una visita al Camp Nou a ver un BarçaReal Madrid. Fue con parte del equipo de The Young Pope, que Mediapro producía. Entre los invitados de Roures, Javier y el actor Jude Law. Después fueron a cenar al reservado culé, de obligada visita, que Fermí Puig tiene en su restaurante de la calle Balmes de Barcelona. Jaume Roures me llamó por si quería acompañarlos, fan como soy de Sorrentino y de Cámara, así lo podría saludar ya que tengo una excelente relación con él desde el día que vino a la radio a presentar Truman. No pude ir a la cena. Javier Cámara me envió un mensaje a la mañana siguiente: “En esta vida has de ir muy sobrado para no querer conocer a Jude Law”.
Jueves
Esteve Giralt
Explosión el martes en la petroquímica de Tarragona y saltan todas las alarmas, también la de los periodistas del territorio, siempre tan necesarios. Como Esteve Giralt, compañero de RAC1 en Tarragona, colaborador de La Vanguardia que, como siempre, es el primero en ponerse al frente del dispositivo de la radio. Pase lo que pase. Sirva esta ovación de gala a Esteve para reivindicar el valor del periodismo de proximidad, el de la prensa local y comarcal, las radios pequeñas que se vuelven enormes, las cámaras de las televisiones locales que son las primeras en llegar al lugar. La exhibición de los medios de Tarragona estos días ha sido magnífica. Esteve Giralt a la cabeza. Lo sabemos todo desde todos los ángulos y todas las opiniones. Así se hace el periodismo.
Viernes
Pere Miró
El Món a RAC1 desde la sede del COI en Lausana. Es la primera vez que un programa de radio se emite desde el interior del Comité Olímpico seis meses antes de los JJ.OO. de Tokio. Nos reciben Pere Miró y su impagable asistente, Eliane Braillard. En el estudio, una gran bandera olímpica. Estamos situados en la planta 1 del nuevo edificio inaugurado hace menos de un año, todo sostenible, moderno y diáfano. Pere llega con un chándal olímpico de color morado y suelta: “Los atletas rusos estarán en los Juegos de Tokio”. Y, con su paz habitual, cuenta que ha conocido a 61 jefes de Estado, entre los cuales, Obama, Putin, Kim Jong Un, y narra una anécdota con Fidel Castro. En medio de una reunión en el COI con cinco personas, Fidel pidió la palabra, se levantó y habló ¡una hora!