Sentada de los corredores para protestar por los encierros de San Fermín “adulterados”
Queja simbólica
Los mozos se quejan de que los cabestros entrenados desnaturalizan la fiesta y no permiten carreras al lado de los toros
San Fermín 2019: Quinto encierro sin apenas emoción y con solo un corneado
Los mozos se han sentado como protesta por encierros que han perdido emoción
Corredores sentados a falta de tres minutos del inicio del quinto encierro de San Fermín 2019 . La curiosa imagen es una protesta que han puesto en marcha los mozos a través de las redes sociales cansados de que se pierda la esencia de los encierros. Consideran que están “desnaturalizados” y les resulta una “farsa y un engaño” que sean los mansos cabestros entrenados los que abran la manada.
A través de un mensaje que empezó a circular este miércoles por la tarde en WhatsApp, algunos históricos corredores de Pamplona dejaron patente el descontento que viven. “Es un clamor que el encierro actual está totalmente adulterado, las quejas entre los que corremos son unánimes y por eso decimos basta de desnaturalizar el encierro”, comenzaba el mensaje.
Quieren cambios
Encierros “totalmente adulterados”
La invitación a la protesta no dio tiempo a que llegara a los miles de asistentes a los encierros, pero este jueves ya se han visto a decenas de corredores sentándose en el suelo a modo de queja. Falta ver si será algo puntual de hoy o si repetirán al protesta, como amenazan, en el resto de encierros de esta edición.
El origen de esta problemática es que los más veteranos asisten con nostalgia ahora a encierros “rápidos y limpios”. Dos adjetivos que se repiten a los largo de las crónicas de los últimos años, cuando antaño eran mucho más impredecibles. Los toros dejaban encierros más emocionantes al encabezar la manada, estirarse y permitir que los corredores pudieran ir a su lado durante un buen rato.
En algunos tramos del recorrido de San Fermín se han visto a grupos de corredores sentados en señal de protesta
“Para los que hemos conocido otro encierro donde los toros se podían correr, ponían emoción y hacían de este acto algo único e impredecible. Lo vivido estos últimos años nos resulta una farsa y un engaño. Basta de bueyes entrenados y ocupando el espacio del toro, basta de toros con un entrenamiento condicionado a ir en manada”, añade el mensaje de los corredores.
Además, los 1.500 litros de antideslizante que embadurnan todo el recorrido hacen que los encierros sean mucho más seguros para los corredores, pero también tiene su aspecto negativo: los astados toman las curvas prácticamente volando y no patinan. Se gana en seguridad para los mozos, que debería ser lo más importante, pero echan en falta las caídas de los toros que propiciaban que algunos se descolgaran de la manada para poder correr sin obstáculos a su lado.
Los corredores temen que los encierros desaparezcan si no hay cambios
Consideran los mozos que si algo no cambia los encierros “dejarán de tener interés, será un mero trámite y no el acto central de cada día” de San Fermín. Algo que acabará condenando a esta fiesta y “poco a poco desaparecerá”.
David Úbeda ha sido uno de los que hoy se han sentado como protesta. Lleva 25 años corriendo encierros y ha explicado en los micrófonos de RTVE que él y sus compañeros están cansados de “correr encierros de cabestros”. Encima se queja de que imprimen tanta velocidad que es como un tren pasando, que o te atropella o tienes que esquivar.
Los cabestros liderando la manada hace que los encierros pierdan emoción
El ganadero de los Victoriano, Pablo del Río, ha querido dar su visión de esta protesta también durante la retransmisión del encierro. Ha asegurado que entrenan años para que sean los auténticos reyes del día, mandando en el encierro y en la plaza por la tarde. Su preocupación, como la del resto de ganaderos, es que sus animales lleguen en perfectas condiciones a la lidia y es de los que celebran los encierros “rápidos y limpios”.