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Vuelve la Barbie en silla de ruedas

Hacia la inclusión

La muñeca más inclusiva ya existió a finales de los 90 pero desapareció del catálogo como por arte de magia

Margot Robbie, la primera Barbie humana y ¿feminista? en el cine

Barbie

Mattel

El esfuerzo de Barbie por representar a todo el mundo le ha llevado a ampliar su catálogo con dos modelos sorprendentes. Son la Barbie en silla de ruedas y la Barbie con una pierna protésica. Se unen al elenco en el que ya casi todas las mujeres pueden verse reflejadas y en el que más allá de las altas, bajitas, delgadas o con curvas, rubias, morenas, afroamericanas… por fin hay lugar para las que sufren discapacidad, o como prefieren referirse muchos, con capacidades diferentes.

Barbie

La más demandada durante décadas

Kim Culmone, la vicepresidenta de Diseño de Barbie de Mattel reconoce que era “la más demandada desde hace muchos años a través de la línea directa de atención al cliente”. Por eso en Mattel han querido hacer las cosas bien. Para representar bien a este colectivo ha trabajado intensamente con Ucla Mattel Children’s, expertos en sillas de ruedas de modo que está hecha “como la que usan quienes tienen discapacidad física permanente y puede adaptarse a toda la línea de muñecas flexible Made to Move”. Además de ha hecho una rampa para silla de ruedas.

Barbie

Un niño con una prótesis de brazo ha ayudado al equipo de diseño

La firma ha trabajado también con Jordan Reeves, un niño de 13 años que tiene un brazo protésico y que es el fundador de la organización Born Just Right para “dar con soluciones a los niños con discapacidades para vivir con más igualdad de posibilidades”. Fue él quien dio indicaciones al equipo para ser fiel a la realidad. Así es como el equipo de diseño finalmente decidió que la pierna fuera extraíble.

Exposición sobre la muñeca Barbie en el Musée d'Arts Décoratives de Paris

Luc Boegly

La nueva Barbie en silla de ruedas, sin embargo, no es la primera de la historia de la firma. El juguete existió en el catálogo de Mattel en 1997. Era una muñeca que se llamaba Becky, y era la mejor amiga de Barbie. Todo un adelanto en esa época que, sin embargo no se adaptó ni siquiera al catálogo de Mattel pudiera adaptarse a su presencia. ¿Un ejemplo? La amiga discapacitada de Barbie no podía entrar con su silla de ruedas en la Casa de los Sueños, no podía conducir…

En los 90 existió Becky, la amiga discapacitada de Barbie

Un poco más tarde se rediseñó la silla de Becky (y a ella le cortaron el pelo) y apareció con un modelo mucho más moderno que seguía sin entrar en ninguna parte. El éxito fue brutal pero Becky y su silla desaparecieron del catálogo como por arte de magia. Falta saber si con la llegada de las nuevas Barbies con discapacidad (o con capacidades distintas, se insiste) la multinacional juguetera va a dar solución en forma de la “accesibilidad” que falló un día.

Sea como sea la vuelta de una muñeca con discapacidad al catálogo parece un paso más en esta intención de estar al día y atenta a lo que sucede en una sociedad que en palabras de Kim Culmone “debería ser más justa”. A finales del año pasado Barbie también anunció su Proyecto Dream Gap. Se trata de una iniciativa global de largo recorrido que busca crear conciencia sobre los factores que impiden que las niñas alcancen su máximo potencial.

Inspirar a las niñas para que sean lo que quieran

Desde su nacimiento en 1959, Barbie “ha buscado inspirar a las niñas a imaginarse que pueden ser lo que quieran”. Por eso se pusieron manos a la obra atendiendo a diversas investigaciones como las de la Universidad de Princeton, Universidad de Nueva York y la Universidad de Illinois, que coinciden en que a partir de los cinco años las niñas encuentran mayores limitaciones que los niños a la hora de considerarse inteligentes, y como resultado comienzan a perder confianza en sus competencias. Este concepto recibe el nombre de “Dream Gap”.

Los estereotipos culturales, las diferencias de género, así como la representación mediática se encuentran entre los principales promotores de este problema. El análisis de este comportamiento es relativamente nuevo y está poco investigado, especialmente su impacto en niñas entre los 5 y 7 años. La firma está trabajando junto al profesor y experto de la Universidad de Nueva York Andrei Cimpian, ayudándole a financiar un trabajo de post doctorado de dos años para sacar a la luz nuevos descubrimientos.

Barbie también tiene su dron

Mattel

En esta línea, Barbie colabora codo a codo con investigadores de cada mercado para ampliar estos estudios y poder conocer más sobre este factor que afecta a niñas de todo el mundo y así conseguir cerrar la brecha existente. En la puesta en marcha de este proyecto, Barbie ha comenzado a desarrollar contenido y herramientas alojadas en Barbie.com/es, buscando sensibilizar a la sociedad.

Entre otros contenidos, la marca presenta un vídeo que conecta directamente con la audiencia e invita a precipitar el cambio a través de un mensaje directo de un grupo de niñas. “Desde 1959, Barbie ha inspirado el potencial ilimitado de todas las niñas y creemos que empoderarlas a una edad temprana puede actuar como catalizador para desbloquear todo su potencial”, explicó Lisa McKnight, directora general y vicepresidente senior de Barbie. “El objetivo del Proyecto Dream Gap es aprovechar las plataformas globales de Barbie para educar a la sociedad sobre los prejuicios de género e inspirar a todos aquellos que se identifiquen con la causa, ya que no podemos hacerlo solos”.