El cazador que mató a Cecil no era español, era estadounidense
La identidad del cazador ha sido revelada por el Grupo de Acción para la Conservación de Zimbabue
Un ciudadano norteamericano se perfila como el autor de la muerte de Cecil, el león más famoso y fotografiado de Zimbabue. La muerte del animal, acaecida al pasado día 1 de julio, ocasionó una gran conmoción, pues todo indica que fue obra de un cazador furtivo, que usó un arco con flechas antes de que lo rematara, al cabo de dos días, con una pistola. El animal apareció decapitado y despellejado.
La identidad del cazador (cuyas iniciales son W. J. P., del estado de Minnesota) fue revelada por el Grupo de Acción para la Conservación de Zimbabue, una entidad sin ánimo de lucro centrada en la preservación de la fauna. "El cazador es norteamericano y no español, como previamente dijimos", afirma Johhny Rodrigues, presidente de esta entidad conservacionista. La identidad de un español era la primera hipótesis de la policía.
W. J. P. fue al Parque Nacional de Hwange acompañado del cazador profesional Theo Bronkhorst. Ambos se fueron a cazar por la noche con la idea fija de hacerse con un león, y vieron a Cecil. Ante su presencia, ambos decidieron engañarlo y sacarlo del parque, y para ello ataron la cabeza de un animal muerto a su vehículo para atraer a Cecil fuera del recinto del parque. Palmer utilizó un arco con flecha para capturar al león, pero el tiro no lo mató, sino que el animal pudo escapar. Posteriormente, siguieron su rastro, y al cabo de 40 horas, lo localizaron y le dispararon con un arma.
Encontraron que estaba equipado con un collar GPS porque estaba siendo estudiada por el León de Investigación de Hwange, financiado por la Universidad de Oxford para que trataron de destruir el anillo, pero fracasaron porque fue encontrado.
Cecil fue despellejado y decapitado, aunque no se sabe el paradero de la cabeza. Walter Palmer pagó al parecer 50.000 dólares (45.000 euros) por poder hacer la caza, y se supone que Theo Bronkhorst recibió ese dinero. Todo indica además que la caza se hizo sin que hubiera un cupo o licencia para hacerse con el león que se mató en esta zona. Cecil era conocido porque había generado ingresos importantes a los operadores de turismo y organizadores de excursiones que incluían la contemplación del animal. Cientos de personas se habían hecho fotos con él de recuerdo.
"Lo más triste de todo es que ahora que Cecil está muerto y el siguiente león en la jerarquía, Jericho, lo más probable es que mate a los cachorros de Cecil para que pueda insertar su propia línea de sangre en las hembras, un comportamiento habitual en los leones", dice Rodrigues.