Participación, Lectores corresponsales

Conexión uruguaya en Buenos Aires

La capital argentina es la segunda ciudad con más uruguayos del mundo, después de Montevideo, por lo que es muy importante en las próximas elecciones...

Rodrigo Tisnés
Conexión uruguaya en Buenos Aires
Participación, Las fotos de los lectores

Alegría a un viaje que no decía nada

Una artista callejera subió con su saxofón a una línea de autobuses de Buenos Aires y animó el trayecto de unos usuarios que se lo agradecieron...

Redacción
Alegría a un viaje que no decía nada
La Contra

“Te juegas la vida en cada acto”

Tengo 51 años. Soy de Buenos Aires. Soy divulgador de la filosofía. Estoy casado y tengo tres hijos, Maia (21), León (19) y Teo (8). Soy de...

Víctor-M. Amela
“Te juegas la vida en cada acto”
Cultura, Cultura|s

Los tres mitos de la Barcelona libresca

Barcelona se presenta en Buenos Aires como ciudad literaria, que cuenta con un circuito completo del libro. Cervantes, Flaubert y Ruiz Zafón han dado...

Sergio Vila-Sanjuán
Los tres mitos de la Barcelona libresca
Cultura

Reencuentro en Buenos Aires

Convenimos que al día siguiente vendía a buscarme en un remís, y que almorzaríamos en su casa, al norte del Gran Buenos Aires

Julià Guillamon
Reencuentro en Buenos Aires
Opinión

Buenos aires ultramarinos

No sólo por el factor habitual, llamado Lionel Messi, que mañana ante el Liverpool hará lo posible para empezar a ser conocido como el quinto Beatle,...

Màrius Serra
Buenos aires ultramarinos
Cultura, Cultura|s

Un barcelonés en la capital argentina

El crítico literario de ‘La Vanguardia’ recuerda sus encuentros con escritores durante su estancia en Buenos Aires en los años setenta

J.A. Masoliver Ródenas
Un barcelonés en la capital argentina
Gente

Sabina llega a Madrid como un ministro

El cantante y su pareja, que viajaban desde Buenos Aires, utilizan un servicio vip de recogida a pie de pista que evita el traslado por las...

Mariángel Alcázar
Sabina llega a Madrid como un ministro
Opinión

Crisis en Buenos Aires

El 2012 empezaba tan apocalíptico como la película de Roland Emmerich titulada así

Llucia Ramis
Crisis en Buenos Aires