First Dates recibe cada día a una nueva tanda de solteros que llegan al restaurante más famoso de la pequeña pantalla en busca de alguien con quien compartir la vida o, al menos, una velada agradable.
Este es el caso de Emilio, un joven de 28 años de Madrid que se mostró nervioso, pero emocionado por tener una cita a ciegas. Antes de comenzar su encuentro romántico, el programa emitió un total en el que el auxiliar de enfermería revelaba a la audiencia un aspecto muy importante de su personalidad. ''Soy bastante guarro. Me considero guarro porque creo que es lo mejor que puede haber'', exclamó.
Emilio en 'First Dates'
El joven, que se definió como un apasionado de la música y reveló que tocaba varios instrumentos, explicó a Laura Boado que buscaba a una chica enérgica y divertida, a quien le guste el ejercicio y mantener relaciones sexuales. ''Cuando tocas la guitarra y el piano, la musculatura de los dedos se fortalece y, luego, en el tema sexual, te puede ayudar'', añadió Emilio en el confesionario del programa poco después, dejando claro que la sexualidad es muy importante para él.
Para cenar con el soltero, First Dates eligió a Raquel, una empresaria de 28 años que también vive en la capital madrileña y que se presentó como ''una combinación de deporte, naturaleza y glamour''.
Raquel en 'First Dates'
La primera impresión entre los jóvenes fue muy buena. Emilio se mostró encantado con la mujer y destacó sus ojos. Por su parte, Raquel mencionó que su cita parecía más joven de lo que es y que estaba estudiando enfermería, algo que le gustó mucho.
Durante la cena, descubrieron que tenían varios puntos en común, como el interés por la moda. Además, ambos tienen raíces latinoamericanas: Raquel explicó que ella es venezolana, mientras que Emilio compartió que su padre es madrileño y su madre, ecuatoriana.
Un final feliz
Emilio y Raquel en 'First Dates'
Durante todo el encuentro, los jóvenes compartieron una conversación agradable y se dieron cuenta de que a ambos les gustaba la vida activa, viajar y pasear, en lugar de hacer planes caseros. Además, también tuvieron química al hablar de sexo, lo que les hizo estallar en carcajadas y compartir confesiones.
Antes de poner fin a la cita, los solteros fueron a una sala privada y, mientras jugaban a un juego, Raquel se negó a besar a Emilio por miedo a que su madre la viera. Finalmente, ambos coincidieron en que les gustaría seguir conociéndose fuera del programa, ya que habían conectado.