El papa Francisco, de 88 años, ha sido ingresado en el hospital Agostino Gemelli de Roma debido a una bronquitis que arrastra desde hace más de diez días. A pesar de su estado de salud, el Pontífice mantuvo su agenda de reuniones durante la mañana, incluyendo un encuentro con el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico. Tras finalizar sus compromisos, fue trasladado al centro médico para someterse a nuevas pruebas y recibir tratamiento.
Ingresado en el hospital Agostino Gemelli
Preocupación en el Vaticano por la salud del Papa Francisco
El corresponsal de Antena 3 en Italia y el Vaticano, Antonio Pelayo, ha revelado en Y ahora Sonsoles que el Papa es un paciente “temerario”, que no sigue siempre las recomendaciones médicas: “No se deja someter a lo que dictaminen sus médicos, sino que impone su propio calendario”, ha señalado. Esta actitud preocupa a su entorno, ya que Francisco ha seguido con su rutina diaria a pesar de su estado de salud, exponiéndose al frío y al viento durante su aparición en la Plaza de San Pedro el pasado domingo.
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Antonio Pelayo informa desde el Vaticano para 'Y ahora Sonsoles' sobre el estado de salud del Papa Francisco tras su ingreso por bronquitis
Según Pelayo, la principal inquietud entre los médicos es que esta bronquitis termine evolucionando en una neumonía, como ocurrió en marzo de 2023: “El miedo es que la bronquitis degenere en una pulmonía, lo que en una persona de su edad es un escenario más preocupante”. Sin embargo, el periodista ha destacado que el Papa se encuentra en manos de un equipo altamente cualificado que ya está tomando medidas para evitar complicaciones.
Francisco ha estado recibiendo tratamiento con cortisona, lo que, además de aliviar sus problemas respiratorios, también ha tenido efectos visibles en su físico, como una mayor hinchazón en el rostro. Esta medicación se le administra no solo por la bronquitis, sino también para tratar los fuertes dolores de rodilla que padece desde hace años. Debido a esta afección, el Papa se ha visto obligado a desplazarse en silla de ruedas en muchas de sus apariciones públicas.
A pesar de los rumores sobre una posible renuncia por motivos de salud, Pelayo ha asegurado que el Papa no tiene intención de dimitir, salvo que sufra un episodio grave que le impida continuar con su labor: “Mi impresión es que no piensa dimitir. No se le ha pasado por la cabeza, salvo que le sobrevenga algo imposible de aceptar, como un ictus o un infarto”.
Por el momento, se espera que el Vaticano publique un parte médico oficial en las próximas horas. Mientras tanto, la comunidad católica sigue de cerca la evolución del Pontífice, quien, fiel a su carácter, continúa con su compromiso pastoral a pesar de las dificultades.