Acudir a First Dates no es sinónimo de éxito en el amor y sino que se lo pregunten a los numerosos comensales que se presentan cada semana al restaurante más famoso de la pequeña pantalla. Todo ellos acuden con la ilusión de pasar una velada agradable y, si es posible, dar con una persona que cumpla su larga lista de requisitos. Pero no todos los encuentros a ciegas tienen el desenlace esperado.
Este era el caso de Víctor y Olga. El coach (30), que era natural de Zaragoza, pero vivía en Ibiza, volvía a repetir experiencia en el programa tras no haber conseguido llegar a nada serio con su cita anterior. Quería conocer a una chica auténtica, natural y deportista. ''Me gusta también que le guste la espiritualidad'', recalcaba.
Su cita era Olga (32), una creadora de contenido de Mallorca que iba a tener una de las peores primeras impresiones del programa. ''No es mi estilo. Me hubiera dado la vuelta. Es que es heavy lo que estoy diciendo. Me hubiera dado la vuelta, pero he entrado por educación y por dar una oportunidad porque igual se expresa luego y me acaba gustando'', sentenciaba a la vez que confesaba que ''Ibiza no le gustaba''.
Eso sí, ambos estaban unidos por su pasión por la espiritualidad. Un detalle que no tenía mucha repercusión en la opinión de la soltera, que seguía viendo al soltero como una persona tierna y risueña. ''No me genera nada. No digo '¡qué hombre!'. No me despierta eso'', recalcaba.
La velada comenzaba con Olga descubriendo que Víctor era una persona muy conectada espiritualmente. Un detalle que no le parecía mal en un primer momento, pero que acababa sacándola de quicio. ''Cuando ha empezado con el tema...Me ha empezado a aburrir. Ha llegado un momento que decía voy a sacar otro tema para llevarlo por otro sitio'', aseveraba.
Sus signos del zodíaco tampoco eran compatibles, según Olga. ''Nunca he tenido conexión con cáncer y eso significa mal. No es bueno'', comentaba a la vez que confesaba que el suyo era géminis. Por su parte, Víctor estaba teniendo una impresión completamente opuesta. ''Creo que le he gustado. Se ha sentido muy cómoda conmigo y soy una persona que le puede aportar mucha tranquilidad'', aseguraba.
''No me transmite nada''
La cita avanzaba y la opinión de Olga seguía en el mismo punto. Y es que la soltera era incapaz de imaginarse en una relación con Víctor. ''Como pareja tiene que ser muy pesado, ñoño, intenso, plano, aburrido... Todo mal'', sentenciaba. Momentos después, la soltera se escapaba al baño para charlar con un amigo de sus impresiones sobre el soltero. ''No me transmite nada, no me pone en absoluto (...) No quiero que se confunda porque estoy siendo simpática'', confesaba. ''Luego le dices que no y ya está'', le decía su amigo.
En la recta final de la velada, la soltera era clara con su cita y le desvelaba lo que menos le había gustado de él. ''Yo soy muy nerviosa y cañera. ¿Crees que eres aburrido? Al ser tan calmado, me das vibras de aburrido'', comentaba. ''Soy divertido'', declaraba él. Como era de esperar, Olga le rechazaba porque no era el chico que esperaba conocer en la noche del lunes.