La última emisión de ‘La Revuelta’ vivió una de sus noches más animadas con un variado panel de invitados, entre ellos el futbolista Pito Camacho, el escritor Juan Gómez-Jurado y el inesperado Kiko Matamoros, quien apareció para reclamar una compensación económica al programa.
Matamoros, que llegó en respuesta al llamado de última hora de David Broncano, no dudó en bromear diciendo que venía “a cobrar” por el uso de su imagen en las recurrentes bromas del programa. “No os quiero denunciar, pero sí quiero que me paguéis lo mío: 50 pavos cada vez que me nombréis y por cada foto. Hoy vengo porque quiero cobrar”, afirmó, provocando las risas del público.
La “tacañería” de ‘La Revuelta’
Matamoros exigió 1.650 euros al programa por el uso de sus fotos y menciones
El origen de la visita de Matamoros radica en que ‘La Revuelta’ llevaba semanas utilizando fotos suyas para bromear sobre sus retoques estéticos, algo que el colaborador de ‘Ni que fuéramos Shhh’ había seguido con humor. Sin embargo, Matamoros señaló que ya era hora de “cobrar lo suyo” y pidió una tarifa retroactiva de 1.650 euros por el uso de sus imágenes y menciones. “Os lo he puesto baratito porque sois unos ratas”, bromeó Kiko, aprovechando el ambiente distendido para presentar su reclamo.
Durante el programa, Broncano trató de defenderse, explicando que el responsable de colocar las fotos era Miguel Campos, coordinador de guion de ‘La Revuelta’. Matamoros, en tono jocoso, acusó a Campos de “no saber ni lo que hace” y se ofreció incluso para tomar su lugar. La interacción entre ambos fue uno de los momentos destacados de la noche, ya que Kiko se mantuvo firme en su demanda de pagos, mientras seguía el juego de bromas con el equipo del programa.
Una confesión inesperada sobre sus raíces
Kiko Matamoros sorprendió al público al reivindicar su ascendencia africana
Pero la velada dio un giro inesperado cuando Matamoros aprovechó el momento para hablar sobre sus orígenes, revelando su ascendencia africana. Con una bufanda de Vinicius Jr. en mano, el colaborador explicó: “Sin ser activista, quiero decir que este gesto es en contra del racismo. Soy descendiente de negros”.
Matamoros compartió que descubrió sus raíces africanas hace apenas tres años, gracias a una investigación familiar que reveló que su tatarabuela fue una esclava cubana que terminó en España. Esta confesión dio pie a un debate sobre racismo e identidad.
La revelación de Kiko, su tono reivindicativo y la anécdota de su herencia familiar dieron un nuevo matiz a su aparición en el programa, que dejó de ser solo un acto humorístico para convertirse en una oportunidad de reflexión. Matamoros insistió en que, aunque no es un activista, considera vital que figuras públicas contribuyan a erradicar el racismo, no solo en el deporte sino en toda la sociedad.
Para concluir, Kiko no perdió la oportunidad de promocionar su programa, ‘Ni que fuéramos Shhh’, en el que, según dijo entre risas, no tendría que “pelear” para recibir los pagos que él cree que se merece.