El control que algunas familias ejercen sobre sus hijos puede llegar a límites impensados, donde la privacidad se sacrifica en nombre de valores malentendidos. Isa Pantoja, en una de sus entrevistas más reveladoras en el programa ¡De Viernes!, rompió su silencio para hablar sobre un episodio de su adolescencia que aún la atormenta.
La hija de Isabel Pantoja fue llevada por su familia a un ginecólogo cuando tenía 16 años, con el único fin de comprobar si seguía siendo virgen. “Es muy traumático”, expresó Isa, recordando lo humillante que fue aquella experiencia.
El primer ginecólogo al que acudieron se negó rotundamente a hacer la revisión, alegando que “no era ético”. Sin embargo, la familia no se detuvo ahí, y encontraron a un segundo médico que accedió a hacer las comprobaciones. Los resultados confirmaron que Isa ya había mantenido relaciones sexuales, lo que desató una tormenta en Cantora: “Recuerdo a mi madre diciendo Ay Dios mío”.
Lo que debería haber sido un asunto privado, se transformó en un episodio de control y vergüenza que continúa pesando sobre ella. “Parecía que tener relaciones a esa edad era como ilegal”, reflexionó en la entrevista, resaltando lo incomprensible y traumático de la situación.
Pero lo que vino después fue, según sus palabras, lo más humillante de todo. Como castigo, su hermano Kiko Rivera y con la presencia de Manuel Cortés, aunque Isa lo exculpó de haber participado, decidió rociarla con una manguera, un gesto que pretendía purificarla.
La influencer explicó que este episodio, que aún no ha superado, fue tan doloroso que no ha sido capaz de hablar de ello con nadie. “No me lo merecía, nadie se merece eso y menos de la única familia que he conocido”, afirmó. Aunque intenta no quedarse con lo negativo, como garantizó durante la entrevista, es evidente que las heridas están lejos de sanar.