Eduardo Navarrete es una de las figuras más conocidas del diseño de moda en España. Creador de vestidos rompedores, que muy a menudo luce él mismo en celebraciones y eventos de drag, también cuenta con un extenso currículum como colaborador de programas de televisión. Sus apariciones más recurrentes son en Zapeando, pero esta noche de miércoles ha pasado por El Hormiguero con Pablo Motos en Antena 3.
Navarrete ha tenido la oportunidad de presentar su nuevo libro, Cabaret y vestidos de escándalo, explicando su vida a través de sus vestidos e incluso cómo recrearlos, compartiendo sus patrones. Más allá de sus propios proyectos personales, las anécdotas han ganado también protagonismo durante la entrevista. Una de las más particulares tuvo lugar durante la fiesta de La Troya, una de las más potentes a nivel mundial.
Eduardo Navarrete nos presenta su nuevo libro, "Cabaret y vestidos de escándalo" #NavarreteEH pic.twitter.com/FLY8B0iU3O
— El Hormiguero (@El_Hormiguero) May 8, 2024
El colaborador televisivo se encontraba bailando en el interior de un castillo hinchable gigante, saltando y rebotando sin parar. Por desgracia, la alegría duró pocos instantes, y es que la estructura empezó a desmoronarse sobre su cabeza, mientras estaba ataviado en un completo uniforme de bebé. Rápidamente, tuvo que apartarse para evitar males mayores, antes de descubrir que él mismo había sido el causante.
Por lo visto, Navarrete saltó con tanta intensidad que acabó desplazando el castillo de las tomas de aire que lo mantenían hinchado, con el consecuente desinfle a la altura donde estaba situado. A pesar de los contratiempos, el nativo de Bigastro pasó una noche entretenida en San Sebastián de los Reyes. Uno de las primeros detalles que el alicantino explicó fueron los cambios estéticos que se había realizado recientemente.
“En tu casa, no va a venir nadie a llamarte”, el consejo emprendedor de Eduardo Navarrete #NavarreteEH pic.twitter.com/5nDyBwa2WU
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Cara nueva
“Me estoy quitando la boca. Tiene una inversión. Hay un líquido que te lo pinchan y te los reabsorbe para dentro. Es que ahora estoy yendo hacia otro lado”, exponía ante los espectadores, antes de compartir también otros retoques en el rostro, definiéndolo como un proceso de masculinización: “Me he rehecho la nariz. La punta ya no baja. A la larga me tendré que poner un cartílago. No me la puedo operar del todo todavía. Me han metido un ácido con una cánula”.
“Me llamaban La Nenuco porque era joven, fresca y para todos los públicos. Yo quería ser Norma Duval y actuar en el Folies Bergère y en los escenarios encontré el mío”, expresaba, en una frase que también compartía en su libro. Él mismo expresó sus problemas económicos cuando era más joven, pero cómo era consciente de que podía llegar lejos con el camino que había elegido, y estaba bien en él.