Esta semana, una noticia ha sacudido las páginas de la crónica social: Irene Urdangarin, la hija menor de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, ha iniciado una relación sentimental con Juan Urquijo, que es el hermano de Teresa Urquijo, la mujer del alcalde madrileño José Luis Martínez-Almeida.
El noviazgo ha sorprendido a muchos, no sólo por tratarse de jóvenes miembros de dos distinguidas familias reales - que además son familia -, sino por el impacto emocional que ha tenido en la infanta Cristina.
Victoria Federica, el ejemplo que no debe seguir
La revista Hola fue la primera en dar detalles sobre esta relación, apuntando a que ambos jóvenes han encontrado en el otro un gran apoyo. Sin embargo, la atención se centra también en la reacción de la hija del rey emérito Juan Carlos I.
Según ha contado el periodista Alejandro Entrambasaguas en Fiesta, la infanta Cristina tiene miedo de que Irene se desvíe y abandone el perfil bajo que ha mantenido todo este tiempo: "Está preocupada porque teme que Irene tome el camino de su prima Victoria Federica, teme que Irene deje de lado sus estudios y se acerque al mundo de las influencers".
Este temor proviene de la posibilidad de que Irene, quizás a gusto por tener más relevancia a nivel social, abandone sus estudios y responsabilidades personales, optando por una vida pública y sin la intimidad que su madre considera vital para un desarrollo sano y equilibrado.
Retomaron el contacto el año pasado
Precisamente, fue Victoria Federica la que los unió. Desde muy pequeños, Irene y Juan han compartido momentos familiares, al ser ambos descendientes de familias que mantienen una estrecha relación debido a antiguos lazos familiares.
Los sentimientos entre ambos jóvenes se han ido estrechando con el paso del tiempo, hasta culminar en un reencuentro el pasado verano durante una fiesta organizada por Victoria Federica. Este acontecimiento marcó el inicio de su actual acercamiento.
La relación, descrita por algunos como un "flechazo", comenzó como una amistad especial y rápidamente se convirtió en un noviazgo. Las primeras imágenes de la pareja, captadas en diversos actos y ampliamente difundidas, muestran a una Irene radiante y evidentemente feliz al lado de Juan.