Rafael Amargo acaba de abandonar la prisión de Soto del Real en Madrid. Esta mañana, se celebraba la última sesión del juicio contra el artista, acusado de un presunto delito de tráfico de drogas en su domicilio de la capital. Contra todo pronóstico, el tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid decidía dejarle en libertad provisional sin medidas cautelares hasta que se dicte sentencia.
Tras declarar en el proceso judicial, el coreógrafo debía regresar a la cárcel madrileña para recoger sus pertenencias y oficializar su salida de prisión. Sobre las siete de la tarde de este 12 de abril, Rafael Amargo abandonaba Soto del Real acompañado de su abogado, Marcos García Montes, y de su mujer, Luciana.
Allí le estaban esperando numerosos medios de comunicación para recoger en primicia las primeras palabras del artista, que no dudaba ni un segundo en pararse con la prensa. El artista comenzaba su intervención dando las gracias al tribunal ''por haber entendido sus palabras'' y recordando entre lágrimas a sus compañeros del módulo terapéutico de la cárcel.
Sobre cómo había pasado estos cinco meses en prisión, el bailaor aseguraba que había intentado llevarlo cómo buenamente ha podido. ''He sido fuerte y he sentido mucho cariño por parte de todos los internos. Estoy muy emocionado'', contaba.
Además, el bailaor estaba convencido de que la medida provisional iba a terminar siendo absolutoria. En caso de que no fuera así, tanto él como su defensa tenían la intención de recurrirla. ''Yo ahora tengo que volver a empezar de cero, pero bueno ahora me merezco comerme una hamburguesa'', confesaba.
''No hay indicios de nada, todo son suposiciones''
Su mujer ha sido uno de sus pilares fundamentales durante estos cuatro años, por lo que el artista no dudaba en agradecerle su apoyo delante de los allí presentes. Asimismo, Amargo contaba que durante estos años había cursado un máster en drogodependencia e insistía en que había que mejorar los sistemas de reinserción en las cárceles. ''El hombre que entró aquí hace cinco meses no es el mismo que el que está saliendo ahora mismo (...) Soy otra persona y ahora solo quiero abrazar a mis hijos'', decía.
Momentos después, el coreógrafo se mostraba muy tajante con todo lo que había vivido estos últimos cuatro años. ''Llevo tres años y medio comiéndome un 'marrón''', aseveraba. No se esperaba salir de la cárcel este viernes, pero sabía que la justicia iba a darle la razón porque ''no tenía nada que esconder''. ''Yo hace más de un año que no consumo y verdaderamente no hay indicios de nada, todo son suposiciones. Lo que me parece mal es que hayan violado mi intimidad'', señalaba.