Fantastic machine (Filmin) huye de las convenciones del género documental con una reflexión creativa y recreativa sobre el papel hipnotizador de las imágenes en nuestras vidas. Axel Danielson y Maximilien van Aertryck dirigen esta producción danesa con un relato que funciona a través de la ironía (las estupideces cometidas por los pioneros de la youtubermania o un tutorial de ISIS sobre cómo preparar una bomba), que les ahorra tener que recurrir a la trascendencia artificial y al exceso de voz en off. En un momento indefinido de la semana, Netflix informa que entre sus diez propuestas más vistas hay dos documentales que retransmiten la combustión de unos troncos en una chimenea. En tercera posición, Chimenea en tu hogar. Los chisporroteos de la madera de abedul. En décima posición: Chimenea en tu hogar, sin especificar de qué madera se alimenta. Es un caso de fascinación por hipnosis y podría aparecer perfectamente en Fantastic machine. Contra el dinamismo trepidante que define muchas series, las chimeneas en un plano fijo son un bálsamo que conecta con aquel cine experimental de Andy Warhol ( Sleep , 1963, un hombre duerme durante seis horas; Empire, 1965, plano fijo del Empire State Building durante ocho horas). La transgresión de entonces hoy es un analgésico que atrae (si nos creemos Netflix, lo cual exige un nivel de credibilidad insólito) a los que se extasían diferenciando las variantes del chisporroteo del abedul sometido al fuego.
Sin ninguna ambición experimental, Disney+ ha estrenado una docuserie interesante sobre Raffaella Carrá
ENERGÍA. Sin ninguna ambición experimental, Disney+ ha estrenado la docuserie Raffaella. Cuenta la historia de Raffaella Carrà e insiste en la idea del esfuerzo, la voluntad, el talento y el sacrificio para mantenerse en primera línea de un tipo de televisión masiva. Una televisión –primero en la omnipresente RAI; más adelante en la Mediaset de Berlusconi– capaz de generar unos niveles de negocio (y de popularidad) inimaginables. La calidad de las imágenes de archivo es excelente, y la selección de testimonios lo suficientemente amena para completar una panorámica biográfica que informa y entretiene. También sirve para descubrir en qué contexto una figura como Carrá se convirtió en icono de los cambios feministas en modelos de feminidad mayoritariamente domésticos y símbolo de una libertad –lo que hoy llamamos LGTBI– lo bastante humanizada y lúdica para saber escoger referentes amantes de la alegría, la fiesta y una banda sonora contagiosamente ultraligera.