Pasapalabra es uno de los concursos más memorables de la televisión en España, tanto en formato como participantes, al igual que sus presentadores. Desde que se estrenara en el año 2000 con Sílvia Jato a la cabeza, el programa ha pasado por multitud de etapas y momentos memorables, sea con Christian Gálvez o Roberto Leal. Desde las pruebas eliminatorias hasta el gran Rosco final, que ha dado premios de millones de euros. O, al menos, así resulta en la teoría.
En la práctica, son muchos los que han caído en la última valla, errando una de las muchas definiciones que se acaban dando al intentar completar las 26 respuestas del abecedario. Incluso existen opiniones muy negativas sobre este asunto, asegurando que se eligen las preguntas más complicadas para evitar repartir el gran premio. Así lo ha asegurado uno de sus concursantes más longevos y recordados, Orestes Barbero, ahora miembro de El Cazador en La 1.
“En Pasapalabra preguntan cosas para asegurarse de que el bote no caiga todos los días, cosas que ni siquiera son difíciles, son directamente absurdas. En El cazador no, todas son preguntas de conocimiento, todas acaban siendo más o menos asequibles”, respondía el burgalés en una entrevista para El País. Orestes participó en un total de 360 programas, batiendo así el récord de longevidad del concurso. Su último intento se produjo seis meses antes de fichar por RTVE.
Fue en aquella edición del 16 de marzo donde cayó derrotado en el Rosco por Rafa Castaño, que se acabó llevando el Bote más grande de la historia de Pasapalabra: 2.272.000 euros. Por la normativa del concurso, si se completaba el círculo en el duelo final, el otro concursante debía despedirse de su participación. Aun así, Orestes no guarda ningún tipo de mal recuerdo con después de haber iniciado una nueva etapa con un nuevo formato.
La bola sigue rodando
“Si me das a firmar entre tener el bote o no tenerlo, yo te diría que por el gustirrinín de la aventura, y por la continuidad tan bonita que tiene esto, te diría que no ganarlo, pero me quedo con venir a El cazador”, explicaba a El País. En su actual rol, Orestes es uno de los cazadores del concurso que presenta Rodrigo Vázquez. Su objetivo es atrapar a los participantes respondiendo correctamente las preguntas que estos erren, sea en la ronda individual o en la fase final.
“Me ha venido bien para recuperar la compostura, recuperar la vida normal y ahora compaginarla con El cazador, que es mucho más fácil que con Pasapalabra”, señalaba. De igual forma, descartaba regresar al concurso que le dio la fama, pero no dejaba la puerta cerrada del todo: “No sé si decir clausurada porque nunca digas de este agua no beberé ni este cura no es mi padre. Pero vamos, queda postergada hasta que en El cazador lo puedan disponer, sí”.