Una monumental bronca entre Avilés y Naomi en ‘GH VIP’ termina con corte de mangas: “¡Choni!”

La convivencia en GH VIP 8 se pone cada vez más complicada y los concursantes pierden los nervios con más facilidad. Los últimos en protagonizar una monumental bronca en la casa de Guadalix de la Sierra han sido José Antonio Avilés y Naomi, los últimos habitantes en entrar. Y todo por un cartel de una fiesta.

Lo surrealista de la situación, confesionario mediante entre medias, llevó a ambos a elevar la voz, a proferir descalificativos e, incluso, a hacer un corte de mangas. Parece ser que convivir no es lo mismo que soportarse y, en el caso de Avilés y Naomi, se cumple esta máxima.

Todo ocurrió por culpa de un cartel de fiesta que José Antonio Avilés se había guardado. Algo que a Naomi no ha gustado nada, ya que creía que no se podía guardar ninguno. Cuando la concursante se ha enterado, ha puesto el grito en el cielo y ha ido a quejarse al Súper en el confesionario, lo que ha provocado la reacción de Avilés tildándola de “mala”.

“Voy a hacer lo que me de la gana a partir de ahora, estoy hasta los huevos”, quiso dejar claro en el confesionario. Una vez fuera, Naomi hizo un corte de mangas a Avilés, que fue captada por las cámaras de la casa.

Una peineta que también vio el propio implicado, Avilés, quien no dudó en salir del baño donde se encontraba y recriminarle dicha actitud a su compañera. “Ese dedo para tu barrio y para el chonerio que representas, choni”, le gritó el periodista. “A ver si te sacan ya y dejas de pagar por salvarte”, le contestó Naomi, mientras iba al baño y se sentaba junto a Álex.

Por su parte, Gustavo trató de poner paz y calmar las aguas turbulentas que se avecinaban “No le digas eso”, le dijo a Avilés. Pero el periodista, lejos de cortarse, continuó de lo más enfadado: “Me ha hecho una peineta, es lo mínimo que puedo hacer”. Acto seguido, Avilés se puso la banda de ‘salvado’ y se dirigió al baño para continuar con la discusión. “A mí no me faltas el respeto, barriobajera”, le dejó claro el periodista.

Ambos habitantes se enzarzaron en una ardua bronca que se prolongó durante un buen rato ante la atenta mirada de algunos de sus compañeros. Mientras Avilés insistía en ser el “salvado” de la semana y en permanecer en la casa, Naomi por su parte le deseaba ser el expulsado en un futuro próximo. La bronca terminó, pero no la paz. 

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