La primera vez que Ana María Aldón pisó el plató de Sálvame fue en la Sálvame Fashion Week, donde participó como diseñadora. Algo que sorprendió porque la relación de su marido, José Ortega Cano, con el programa de Jorge Javier era bastante mala, pero ella decidió acercar posturas.
En aquella ocasión se negó a hablar de su vida privada, pero este lunes ha ido para conceder una larga entrevista. En ella ha contado cómo está siendo el recién confirmado divorcio con Ortega Cano y se ha enfrentado a uno de los temas más duros de que han rondado su relación, la cuestionada paternidad de su hijo con el torero.
Las dudas sobre la paternidad de su hijo han sido el momento más doloroso de la entrevista
Este ha sido el tema más complicado de la tarde. Kiko Jiménez, exnovio de Gloria Camila, afirmó hace poco que le había mandado un mensaje a Ana diciéndole algo relacionado con este tema. Entonces se comenzó a especular sobre si se le había hecho una prueba de paternidad al pequeño sin el consentimiento de sus padres.
Ana María ha asegurado que el mensaje de Kiko no lo ha querido leer porque está intentando recuperar su salud mental tras una depresión reciente. Pero el programa ha insistido al colaborador para que le cuente si Ortega Cano estaba al tanto de las dudas de su familia sobre la paternidad. Él ha respondido que sí, ante lo que Ana María le ha preguntado si alguien le hizo una prueba de ADN en secreto.
Algunas informaciones dicen que la familia de su marido ponen en duda la paternidad de su hijo.
A esto Kiko se ha negado a responder, Jorge Javier ha insistido, pero el colaborador se ha vuelto a negar. Ortega Cano ya reveló en su momento la intención de "meterlo en la cárcel" por las insinuaciones y el programa ha llegado a traer abogados que le han advertido a Jiménez, en directo, que está en serio peligro.
La relación de Ana María con la familia de Ortega Cano siempre ha sido complicada. Y en muchas ocasiones se ha hablado de que hay miembros, sin especificar quienes, que han insinuado que el hijo que tienen en común no es suyo. Pero las diferencias van más allá. Aldón ha contado que cuando entró en depresión nadie la llamó para ver cómo estaba, ni ella, ni el hijo que tiene al cargo. Ni siquiera recibió una llamada de Gloria Camila. Uno de los motivos por los que ha cortado relación con la familia del que es todavía su marido.
Aldón siempre ha tenido una relación extraña con la familia de su marido.
También ha contado que en algunos momentos vio actitudes de Gloria Camila que no le gustaron nada. Ella y Rocío Flores comenzaron a llamarle "La Chusa", por el personaje de La que se avecina, algo que pudo ser interpretado como un intento de ridiculizarla. "A nadie le gusta que se rían de ti", ha dicho Aldón sobre este tema.
El tema central
No estaba segura de su divorcio
Ana María ha hablado de por qué no se ha decidido a dar el paso del divorcio antes. Durante estos meses se ha insinuado que había problemas legales o motivos ocultos, sin embargo, ella ha insistido en que todo ha sido una cuestión de cariño. Ha afirmado lo que siempre ha defendido, manteniendo la idea de que tenía esperanzas puestas en que todo se solucionaría.
"Hemos hecho las cosas como hemos podido, no hemos jugado al despiste", ha dicho Ana María. La colaboradora de Viva la vida, ha asegurado que ella no estaba segura de que su matrimonio se había roto, pero la entrevista con Ana Rosa fue uno de los últimos detonantes de la separación.
Ana María tenía esperanzas en que su matrimonio se salvara.
Aunque el primer punto de inflexión fue cuando Ortega Cano en una entrevista con Toñi Moreno dijo que para él Rocío Jurado había sido la mujer de su vida y acentuó que era "la más importante". Dejándola a ella en un segundo plano, algo que lo cambió todo para Aldón.
También ha contado que siempre ha sospechado que la familia de Ortega ha pensado sobre ella que estaba con él por interés. "Al principio lo podía entender, pero ahora no. Si hubiese intentado sacar provecho lo habría hecho", ha afirmado.
Kiko Jiménez le ha advertido que es muy probable que la familia de Ortega empiece una campaña de descrédito hacia ella. "Te van a llover hostias", le ha dicho Kiko. "Pues repartiremos hostias", le ha contestado ella, asegurando que los ataques no irán solo en un mismo sentido.
Subidas de tono
Una entrevista con varios momentos tensos
Una de las características de Sálvame es no hacer entrevista completamente cómodas y han intentado sacar a Ana María de sus casillas en varios momentos. En el plató se ha palpado la tensión, aunque nunca ha llegado a romperse.
El primero ha sido cuando Jorge Javier le ha dicho a Ana María que Ortega Cano es un "cobarde" por no decirle lo que sentía a la cara y luego contarlo en un plató de televisión. "Por el bien de la entrevista te pido que no le faltes el respeto", ha dicho Aldón muy seria. La andaluza se ha plantado y no ha permitido ese tipo de lenguaje, aunque el presentador lo ha vuelto a decir varias veces ante su negativa.
Durante la entrevista se han dado varios momentos tensos.
Aunque el momento más incómodo ha sido cuando Lydia ha empezado a cuchichear durante las preguntas y Aldón se ha vuelto hacia ella y le ha preguntado qué le pasaba. Lozano ha brotado y entre gritos le ha dicho que ha estado tomando el pelo a todo el mundo.
Las formas de Lozano estaban muy por encima del tono de la entrevista. "¿Esta señora va a terapia?", ha preguntado Ana María irónicamente. Algo que ha hecho enfadarse mucho más a Lydia Lozano. Un momento que ha llegado a escandalizar hasta a los propios colaboradores que no entendían a qué ha venido esa subida de tensión.