Solo se puede ir cuesta abajo después de una primera temporada brillante. Esta es la idea que sopesa Solo asesinatos en el edificio al volver con nuevos episodios en Disney+. Mabel, Oliver y Charles, que grabaron un podcast de investigación sobre el asesinato de un vecino de su bloque de pisos, se plantean si les sale a cuenta producir una segunda temporada. Son sospechosos de un nuevo caso de homicidio y, de llevarlo mal, el podcast les podría hundir la reputación o incluso llevarlos a la cárcel. Pero la conclusión es clara: prefieren continuar adelante con el espectáculo a pesar de los riesgos porque son dueños de su narrativa, como Selena Gómez, Martin Short y Steve Martin no se quieren censurar solo por las voces que cuestionaban si no era mejor despedir la serie en la cúspide. ¿Para qué dejar que la presión los detenga? ¿Por qué no seguir pasándoselo bien con su pequeño tesoro?
La valentía, además, tiene recompensa. Los actores mantienen una de las dinámicas más cómicas de la televisión, donde el histrionismo de Short queda contrarrestado por la calculada inexpresividad de Gómez, que tiene el don de transmitir el estado emocional de Mabel con muy poco. Y de los guionistas liderados por John Hoffman, creador de la serie con Martin, se tiene que reconocer el olfato para aprovechar todas las ideas que se les presentan, por más obvias o esperpénticas que sean. Hacen bromas sobre la vejez a partir de una Shirley MacLaine con 88 años; presentan un loro para convertirlo, por supuesto, en testigo del asesinato, se ríen de la falta de ideas de Hollywood, cohesionan visualmente las escenas con el vestuario de Mabel (la ropa de Gómez a menudo conjunta con los cuadros que aparecen detrás) y expanden la mitología del precioso edificio Arconia, ya sea con absurdos ascensores secretos o viajando al pasado para recordar que hubo un tiempo en que en Manhattan podía vivir la clase trabajadora.
Lo mejor es que lo clavan todo. Quizás es inevitable pensar que un día se les acabará la suerte, que esta alineación de astros a todos los niveles de Solo asesinatos en el edificio tiene que tener una duración limitada. Sin embargo, ante situaciones creativas como esta, de un equipo en perfecta sintonía y consciente de tener entre manos una obra muy especial, lo que toca es disfrutar y no pedir que se dejen paralizar por el miedo a decepcionar.