¿Cómo pudo un pedófilo que estaba en la primera línea mediática engañar a todo un país durante más de medio siglo? Es la pregunta que a uno le da vueltas y vueltas mientras visiona la serie documental Jimmy Savile: Una historia británica de terror, de Netflix, sobre la trayectoria de esta estrella televisiva de la BBC que cautivó desde 1955 a todos los británicos con su excentricidad y filantropía.
Fue presentador de numerosos programas como el icónico Top of the tops o Jim’ll fix it, donde ejercía como una especie de Papá Noel que cumplía los sueños que los niños le pedían por carta. También organizaba con éxito campañas de caridad para orfanatos u hospitales, donde además trabajaba voluntariamente como celador. Un tipo aparentemente genial al que su popularidad le abrió todas las puertas y sobre el que nadie sospechó que en realidad era un depredador sexual.
Ya en los últimos años de su vida, con la aparición de internet y las redes sociales, surgieron y se extendieron rumores sobre su escandalosa vida privada, de la que él rehusaba siempre hablar, y cuando le preguntaban, tiraba de ironía y sentido del humor para desmentir esos rumores. Pese a que se presentaron tres denuncias en el 2007 y que fue interrogado por la policía, el engaño persistió y cuando falleció en el 2011, toda Gran Bretaña se conmocionó y le despidió como si fuera un miembro de la realeza británica.
Pero diez meses después, un documental de la ITV hizo saltar el escándalo y Savile pasó de ser tratado como un tesoro nacional a ser uno de los hombres más vilipendiados por la opinión publica. Empezaron a llover denuncias. Hasta más de 400 se contabilizaron por delitos sexuales cometidos entre 1955 y el 2009, desde abusos y tocamientos inadecuados a agresiones y hasta violación. Las víctimas fueron sobre todo niñas vulnerables o de entornos problemáticos, y se cometieron en colegios, orfanatos, hospitales e incluso en los estudios de la BBC.
Cualquiera que hubiera hecho lo que hizo Savile, hubiera pasado años en la cárcel. ¿Cómo fue posible tanto silencio? Su fama salvó su status , como responde una de sus víctimas: “¿Quién iba a creer a chicas de reformatorio si a Jimmy le había bendecido el Papa, era amigo del príncipe Carlos, de la princesa Diana y de Margaret Thacther?". Otro testimonio afirma que, a sus 54 años, aún se siente mal y cómplice de aquello por no haber gritado o no haberlo explicado a su madre. También estremece cómo una chica revela que Savile le prometió que, a cambio de sexo oral, ella y sus amigas podrían aparecer en su programa de televisión. “Lo hice. Tenía 14 años”.