“Lo estaba viendo”

“Lo estaba viendo”

“Estaba hundiéndome en la cama y veía a mi padre y mi hermana desde arriba”. Así relataba el actor Antonio Resines la experiencia cercana a la muerte, también denominada ECM, que vivió tras sufrir un grave accidente en Italia y que a punto estuvo de costarle la vida. Lo contaba hace unos días, durante una charla con Francisco Rivera para Espejo público y, sinceramente, me sorprendió. No tanto por la afirmación en sí (hace años que conozco multitud de personas que han pasado por una circunstancia similar) sino porque un personaje del mundo de la cultura se atreviese a hablar abiertamente y sin reparos de un tema tan criticado por la clase médica oficial.

Los más puristas califican los relatos de las ECM de meras alucinaciones provocadas por la ausencia de oxígeno en el cerebro (anoxia) y la liberación de las endorfinas que ayudan a contrarrestar situaciones de estrés como una parada cardiorrespiratoria. Sin embargo, médicos y psiquiatras tan reputados como el estadounidense Raymond Moody, el holandés Pim van Lommel o el español Miguel Ángel Pertierra afirman a través de sus investigaciones que las ECM, además de ser supuestas percepciones del entorno narradas por aquellos individuos que han estado a punto de morir o que han pasado por una muerte clínica y han sobrevivido, demostrarían la existencia irrefutable del alma. “Son algo tan real que hasta las máquinas pueden detectarlas”, aseveró Pertierra en una entrevista después de tener una ECM.

Durante décadas, la muerte y lo que sucede en esa ultima frontera antes de expirar siempre se ha considerado un tema tabú, excepto en los círculos de las artes esotéricas y paranormales. Sin embargo, en los últimos meses hemos podido escuchar cómo varias celebrities han derribado ese prejuicio en entrevistas televisivas y se han lanzado a contar que durmieron con un fantasma en una habitación de hotel, que fueron testigos de psicofonías, que tuvieron incluso presencias y ruidos extraños en sus viviendas, o que su madre, recientemente fallecida, había tratado de ponerse en contacto con ellos.

Afortunadamente, estas historias ya no quedan relegadas solo a documentales o programas especializados en investigar lo insólito, también podemos encontrarlas con total naturalidad en ambientes distendidos de cualquier espacio televisivo. Porque, cuando alguien se desnuda públicamente, hace que el resto lo veamos como un ser de carne y hueso que siente y padece. Por eso, me quedo con una de las frases de Resines sobre su ECM: “Yo estaba arriba y lo estaba viendo. Eso te lo juro por mi madre”. Porque, ¿quién soy yo para cuestionarlo?

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