Hay que estar atento a las señales. Pocas personas más atentas que mi primo Javier Sierra, pertinaz investigador de enigmas. Desde muy niño, en su remota Teruel, Javier Sierra ha querido desentrañar qué palpita tras los sucesos inexplicables.
Su inquietud le ha llevado a recorrer el mundo, a escribir miles de artículos y a novelar (que es el más completo modo de contarse las cosas a uno mismo e intentar comprender algo). Y ahora Javier Sierra ha ido más allá en su búsqueda: se cuenta a sí mismo a través de la televisión, mediante la serie Otro mundos (canal #0, Movistar), que estrena su segunda temporada (mañana lunes).
‘Otros mundos’ exalta lo más elevado del espíritu humano: la capacidad de imaginar mundos
El hilo conductor de Otros mundos es la biografía de Sierra, enhebrada por la irrefrenable curiosidad que con catorce años le llevó a un avistamiento de extrañas luces en el firmamento nocturno de la montaña sagrada de Montserrat. Así concluía la primera entrega de la serie (interpretada por el propio hijo de Sierra, Martín).
La segunda tanda arranca con un Sierra universitario ya en Madrid, presto a cursar la carrera de periodismo... y resuelto a olvidarse de los ovnis. Esto no funcionó, pues se cruzaron señales: el 27 de septiembre de aquel año de 1989 abría el Telediario de Luis Mariñas la noticia de unos niños que habían visto descender un ovni en un parque público de Voronezh, ciudad de la ya agónica URSS.
El joven universitario Javier Sierra entendió muy bien la señal: debía recuperar ese mismo día sus sueños de niñez, debía volver a seguir la pista de lo extraño y permanecer atento a las señales, ¡más atento que nunca! Y en este capítulo de Otros mundos , el Javier Sierra de hoy vuela hasta Voronezh para entrevistar a testigos supervivientes de aquel histórico avistamiento, a periodistas locales y a otros investigadores como él. El perspicaz Sierra atiende a todos los testimonios y extrae sus propias conclusiones, que comparte con el telespectador.
La serie Otros mundos es un género mixto, es autoficcion de una pasión, crónica de una búsqueda y exaltación de los sueños personales: canta a lo más elevado del espíritu humano, a su capacidad de soñar e imaginar mundos (están en el alma... y cómo los proyectamos en derredor nuestro).
Me entero por este capítulo de que el mismísimo Lenin, en una conversación mantenida con el novelista H. G. Wells –que en 1898 había publicado su obra La guerra de los mundos – en el Moscú revolucionario, proclamó: “Si contactásemos mañana con alienígenas, se acabaría la violencia como instrumento de resolución de los conflictos humanos”. No hubo contacto, o al menos Lenin no se enteró.
No sé si Lenin era un cínico o un soñador, lo que sí sé es que Sierra ha permanecido atento a las señales, y así ha llegado a facturar esta espléndida serie Otros mundos , primorosamente realizada. Otros mundos es una invitación a imitar a su protagonista, es decir, a no traicionar cada uno nuestros sueños de niñez, ¡por muy raritos que a otros les parecieran! Nuestros sueños de niñez son la más genuina y significativa señal, la más honda de todas las señales. Estad atentos, ¡muy atentos! – @amelanovela