Cuando Sony entró en el negocio del videojuego hace treinta años lo hizo como un elefante en una cacharrería. La marca japonesa se apuntó a la moda de las consolas con una máquina llamada PlayStation por la que nadie apostaba, pero cuya innovadora visión –pensar en que los jugadores ya no eran aquellos niños de los ochenta– acabó arrasando con la competencia y pasándose completamente el juego. Este fin de semana se rememorará este momento en RetroBarcelona, el evento dedicado al videojuego clásico que tendrá lugar los días 18 y 19 de mayo en La Farga de l’Hospitalet.
La novena edición de la feria celebrará las tres décadas de la consola gris de Sony con diversas conferencias, un torneo de su emblemático Tekken y una exposición de diferentes modelos de la máquina, pero no será lo único que los visitantes podrán ver (y jugar). Obviamente, uno de los mayores atractivos del evento será la posibilidad de ponerse a los mandos de 250 sistemas originales entre máquinas de pinballs y arcade, ordenadores y consolas clásicas.
Diversión rápida y efectiva
“El videojuego clásico es diferente del actual como concepto”, afirma Oriol Dalmau, uno de los miembros de la organización del evento. “Aquellos eran juegos pensados para divertir en diez segundos, diversión rápida y efectiva que todo el mundo podía entender. La industria del videojuego actual no tiene mucho que ver, pero en realidad no somos tan amantes de una época como una forma de jugar”, añade durante la presentación de RetroBarcelona en la librería Gigamesh.
La jugabilidad rápida y casi inmediata que caracterizaban los juegos arcade es una experiencia que los visitantes podrán revivir gracias a las máquinas originales que diferentes asociaciones de usuarios prestan cada año al evento. Además, a diferencia de lo que ocurría en los ochenta y los noventa, no hace falta llevar monedas sueltas, ya que todas las máquinas pueden jugarse de forma gratuita –previo pago de los 14 euros de la entrada, claro–.
Una feria más diversa
Generalmente, el mundo del videojuego clásico siempre ha sido predominantemente masculino, pero esta es otra de las tendencias con las que la organización de la feria quiere acabar. “Es muy importante el trabajo que se está haciendo para hacer que la mujer esté presente en el ámbito del videojuego retro, un tipo de videojuego donde la publicidad de la época no solía tener en cuenta a las mujeres”, explica la también integrante de la organización y streamer, Susana Pérez, también conocida como Simmer Valencia. “Incluir a las mujeres de forma activa en la feria ha sido uno de los retos de este año, es algo que se nota si uno echa un vistazo al listado de ponentes”, añade.
No tan solo es una cuestión de apelar al público femenino, sino también de que cualquier persona, sea de la edad que sea y haya vivido o no la época de esplendor del videojuego clásico, se sienta bienvenida. Así lo subraya el historiador especializado en la industria del videojuego y también miembro de RetroBarcelona, Marc Rollán: “El ponente más joven tiene 26 años, la historia del videojuego no entiende de edades, así que esperamos que pueda venir cualquier persona y se sienta cómoda”.
Rodeado de sus colaboradores durante la presentación del evento en la emblemática librería de la calle Bailén de Barcelona, poco más tiene que añadir el organizador del evento, Carles Garcia, quien desde hace más de una década –la feria empezó en 2013 pero tuvo un parón coincidiendo con la pandemia– vela por hacer que el evento crezca y atraiga a cada vez a más visitantes.
Durante este fin de semana, aquellas personas que se acerquen al recinto ferial de l’Hospitalet de Llobregat podrán jugar a grandes clásicos del videojuego, aprender sobre sus orígenes y, como no, llevarse a casa aquel cartucho que quizá tuvieron hace años y perdieron quién sabe dónde.