Microsoft hizo ayer historia de los videojuegos. La empresa responsable de Xbox anunció la compra por 68.700 millones de dólares de Activision Blizzard, la compañía propietaria de grandes franquicias como Call of Duty, World of Warcraft, Candy Crush y Diablo. Esta es la mayor operación de compra de la historia del sector, muy superior a otras adquisiciones recientes también de Microsoft y otras editoras, como es el caso de la compra de Bethesda y de Zynga por parte de Take-Two.
La estrategia de Xbox es clara y lleva siendo evidente desde hace varios años. Más allá de las consolas, la prioridad de Microsoft es el Game Pass, un servicio de suscripción de videojuegos bajo demanda similar a plataformas como Netflix o Prime Video. Según anunció ayer la empresa de Redmond, este servicio acumula ya más de 25 millones de usuarios en todo el mundo.
Pero para atraer a nuevos suscriptores y mantener a los actuales, la clave está en ofrecer mucho contenido de calidad a un precio asequible. Y esto es lo que está haciendo Microsoft al comprar estudios como Activision Blizzard o Zenimax y Bethesda. Porque con estas operaciones no solo adquiere estudios de desarrollo, también se hace con grandes franquicias y propiedades intelectuales susceptibles de ser añadidas al Game Pass. Para poner las cosas en perspectiva, después de esta última adquisición por parte de Microsoft, Xbox tiene un total de 33 estudios propios.
Xbox Game Studios
Xbox Game Studios Publishing - Ori y Microsoft Flight Simulator
The Coalition - Gears of War
343 Industries - Halo
Mojang Studios - Minecraft
Compulsion Games - We Happy Few
Turn 10 Studios - Forza Motorsport
The Initiative - Perfect Dark
Rare - Sea of Thieves
Undead Labs - State of Decay
World's Edge - Age of Empires
Obsidian Entertainment - The Outer Worlds
Playground Games - Forza Horizon
InXile Entertainment - Wasteland
Ninja Theory - Hellblade
Double Fine Productions - Psychonauts
Bethesda Softworks
Bethesda Game Studios - Fallout, The Elder Scrolls y Starfield
ZeniMax Online Studios - The Elder Scrolls Online
MachineGames - Wolfenstein
Alpha Dog - Mighty DOOM
Id Software - DOOM
Arkane - Dishonored y Deathloop
Tango Gameworks - The Evil Within y Ghost Wire: Tokyo
Roundhouse Studios - Rune
Activision Blizzard
Blizzard Entertainment - World of Warcraft, Diablo, StarCraft y Overwatch
Infinity Ward - Call of Duty
Raven Software - Call of Duty: Black Ops
Sledgehammer Games - Call of Duty
Treyarch - Call of Duty: Black Ops
Toys for Bob - Spyro y Crash Bandicoot
Demonware - Tony Hawk
King - Candy Crush
High Moon Studios - Call of Duty
Beenox - Crash Team Racing
Durante la pasada generación, con PlayStation 4 y Xbox One, la práctica totalidad del mercado era de Sony con 116,6 millones de consolas vendidas. La compañía japonesa no solo ofrecía una buena plataforma en la que jugar, PlayStation también era la promesa de grandes exclusivos como God of War, The Last of Us, Uncharted y Horizon Zero Dawn. Microsoft, en cambio, tenía pocos títulos propios exclusivos, muy limitados a Halo 5: Guardians, Gears 5 y Forza.
Ahora el paradigma es totalmente distinto. Franquicias como Minecraft, Call of Duty, World of Warcraft, Candy Crush, Doom, Wolfenstein, The Elder Scrolls y Fallout, son propiedad de Microsoft. Estos juegos que son historia del sector ahora están bajo el paraguas de Xbox. Y lo más importante, ahora son material de primera para el Game Pass.
El atractivo del Xbox Game Pass
Por entre 9,99 y 12,99 euros mensuales, los suscriptores de Xbox Game Pass pueden acceder a un catálogo de centenares de videojuegos de estudios de Microsoft y terceros en consola, PC y dispositivos móviles a través de la nube. Esto incluye los títulos de Xbox Game Studios, pero también los de Bethesda, Electronic Arts y, en un futuro, los de Activision Blizzard.
A priori parece un servicio atractivo, pero aún lo es más en comparación con su competencia directa. Call of Duty es la franquicia que más dinero genera en PlayStation, pero ahora es de Microsoft. Si este título llega al Game Pass, la situación que se le planteará al usuario será la siguiente: pagar 10 euros mensuales para jugar al nuevo Call of Duty y acceder a centenares de otros juegos o pagar 80 euros para jugar solo a este título en PlayStation.
Como respuesta al Game Pass de Microsoft, Sony está trabajando en un servicio de juegos bajo demanda con el nombre en clave Spartacus. Se espera que llegue a Playstation 4 y Playstation 5 en primavera, aunque aún faltan muchos detalles por conocer de esta nueva popuesta.