El congreso Gamelab puede marchar por falta de ayudas

Los videojuegos son uno de los sectores culturales más potentes del siglo XXI. En España facturan 1.163 millones de euros al año, mucho más que el cine y la música grabada juntos. En Catalunya, el sector ocupa directa e indirectamente a más de 3.000 personas, grandes multinacionales como King y Ubisoft han instalado estudios de creación, y empresas autóctonas como SocialPoint han logrado éxito internacional. Pero ahora hay alarma en el potente ecosistema catalán. No sólo porque la Asociación Española de Videojuegos, la patronal del sector, pueda retirar su apoyo a la feria Barcelona Games World –un salón comercial de Fira Barcelona en el que se presentan las novedades en videojuegos al público– y apoyar a otra feria en Madrid. La alarma viene sobre todo porque además está en peligro el Gamelab, un gran congreso internacional de videojuegos que acerca grandes creadores y negocios a la capital catalana. Debido a la situación de la Generalitat, también podría marchar a Madrid.

El acto se celebra dentro de tres meses pero hoy por hoy no tiene ayudas públicas

El Gamelab nació en Asturias de la mano de Iván Fernández Lobo y Gonzo Suárez, pero la Generalitat lo atrajo en el 2011 en su apuesta estratégica por la potencia económica de los videojuegos. Pero este año, a sólo tres meses de la nueva edición, ni Generalitat ni el Ayuntamiento de l’Hospitalet –el encuentro aterrizó en Barcelona, pero en los últimos años se ha celebrado en la segunda ciudad catalana– han concretado aún sus ayudas económicas. “No nos queremos ir, creemos que Gamelab ha sido bueno para Catalunya y el sector de los videojuegos, y ellos para Gamelab. Pero hoy no tenemos aún ningún compromiso por parte de la administración para realizar el evento”, dice Fernández Lobo. El compromiso inicial, recuerda, no era muy oneroso: 60.000 euros por parte del Institut Català d’Empreses Culturals (ICEC), 60.000 del Ayuntamiento y 60.000 de la Secretaria de Telecomunicacions y Acció. “Ha habido recortes y retrasos estos años, pero nunca esta situación de total incertidumbre. Es insostenible. Y Gamelab es un evento tractor de empresas y perfiles de toma de decisiones influyentes que genera mucha visibilidad al ecosistema catalán en todo el mundo. No hay falta de voluntad, pero el ICEC (que aportó 50.000 euros en el 2017) dice de momento que no puede actuar por dificultades de la situación política. L’Hospitalet recortará, no sabemos si el 10% o el 100%. Se habla de si nos vamos a Madrid, pero son varias las ciudades en Europa que se nos han acercado estos años y las valoramos como medida de supervivencia”, dice Fernández Lobo.

El Gamelab atrae a grandes creadores y empresas y beneficia al ecosistema local

El director del ICEC, Xavier Díaz, entiende la alarma del sector por perder un acontecimiento de referencia internacional y justifica la situación en que están con presupuestos prorrogados, sin gobierno y, sobre todo, porque el Constitucional tumbó el pasado año el impuesto de la Generalitat a los teleoperadores con el que se financiaban “las ayudas al audiovisual y la cultura digital”. Eso ha hecho que el ICEC pierda 16 millones y se quede en 45. Pero asegura que trabajan con el Gamelab “para que sea posible igual”, y aunque reconoce que hay otras ofertas sobre la mesa, quieren que se quede, sea en l’Hospitalet o en Barcelona. La capital catalana, donde se celebró del 2011 al 2015, podría ser la solución: el Ayuntamiento está valorando volver a subvencionarlo “porque es una iniciativa destacada para el sector” y extendería su impacto más allá de los días de la feria.