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¿Y si Whatsapp mejorase con Facebook?

La integración entre la red social de Zuckerberg e Instagram demuestra que aun hay margen para perfeccionar servicios que ya funcionaban bien por separado

Whatsapp es una de las aplicaciones más populares para los dispositivos móviles

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Mientras el futuro de la aplicación de mensajería  Whatsapp tras ser comprada por Facebook  centra la atención de internautas, profesionales, expertos e incluso autoridades de todo el mundo, unos datos recientes sobre Instagram, adquirida igualmente por  Mark Zuckerberg  en 2012, evidencian que la integración entre servicios puede ser provechosa para los usuarios.

Sin postergar el intenso debate acerca de las repercusiones en la privacidad de los ciudadanos por el control sobre una ingente cantidad de datos por parte de una macrocorporación tecnológica ni ocultar el desconcierto por la caída de Whatsapp del sábado 22 de febrero, hay quien sostiene que una cierta convergencia entre utilidades comunes en la vida cotidiana de millones de individuos acaba siendo positiva: por rapidez, comodidad, etc. En su vertiente personal y también en los negocios.

La interpretación favorable en Instagram se sustenta con facilidad. ¿Sucederá lo mismo con Whatsapp? Para el primer caso, conviene recordar que la intensidad en la participación de los consumidores y el volumen de interacciones en las redes sociales no son directamente proporcionales al tamaño de estas plataformas. Así, un estudio de L2 Think Tank demuestra que hoy por hoy las empresas obtienen más partido del programa para compartir fotografías que del propio Facebook.

Los 150 millones de navegantes activos mensualmente en Instagram componen una comunidad mucho menor que el colectivo que se mueve por Facebook (1.190 millones) e incluso que el grupo que difunde material diverso en Twitter (218 millones). Sin embargo, la tasas de interacción generadas por los mensajes de las 249 marcas de prestigio analizadas por los técnicos de L2 Think Tank en Instagram (1,53%) son 15 veces mayores que las originadas en Facebook (0,10%). Por detrás se sitúan Google+ (0,09%) y Twitter (0,04%).

Esta investigación ha permitido constatar además que nueve de cada diez compañías están presentes tanto en Facebook como en Instagram y que los puentes que se han tendido entre ambos espacios están teniendo una aceptación creciente. Como es lógico, si los particulares y las organizaciones se comportan de este modo es porque les interesa.

Cabe pensar que Facebook y Whatsapp, sometidas a la presión de múltiples competidores y al escrutinio público a escala planetaria, no querrán dejar de ser necesarios. En la actualidad lo son, a pesar de los ajustes, altibajos y problemas que han experimentado, como el corte del servicio de mensajería que ha dejado atónitos a sus 450 millones de consumidores y que en seguida se elevó hasta la categoría de trending topicglobal.

A medio plazo, ambas firmas, presentes en la edición del Mobile World Congress de Barcelona que ahora comienza, pueden introducir algunos cambios, pero difícilmente obedecerán a estrategias impopulares que en términos de mercado resultarían suicidas. Los fallos en el sistema se disculpan, en especial si se deben a un aumento en el número de abonados; los errores en el rumbo son otro asunto, y no suelen admitir perdón.