En la actualidad, Internet y las redes sociales se han convertido en algo cotidiano e indispensable en la vida de la mayoría de los niños y adolescentes. Tal es así que, según informa el portal epdata, los estudiantes de primaria invierten más de 700 horas en Internet y los de secundaria alrededor de 1000, siendo ambas cifras superiores a las horas que dedican a los estudios.
El Instituto Superior de Estudios Psicológicos (Isep) enumera los posibles problemas que un mal uso de las redes sociales puede acarrear en los jóvenes, desde problemas de privacidad, ciberbullying o adicción, hasta la posibilidad de ocasionar trastornos psicológicos.
Redes sociales
Un mal uso puede acarrear en los jóvenes desde problemas de privacidad, ciberbullying o adicción, hasta trastornos psicológicos
Para fomentar el uso saludable de las redes sociales y de Internet, desde el Isep comparten las siguientes pautas para padres sobre el uso de redes sociales.
Pautas para padres sobre redes sociales 1Los niños menores de 13 años no deben tener ningún tipo de perfil.
2Debe establecerse en los dispositivos el control parental.
3Superados los 13 años, los padres deben tener acceso directo y habitual al perfil de la red social que se creen sus hijos.
4El perfil de la red social debe ser cerrado y deben controlarse las fotos que suben.
5Explicarles los riesgos que conlleva el mal uso de Internet.
6Establecer normas acerca del uso de las redes sociales.
Diversos estudios han intentado discriminar por edad del individuo cómo afecta a su salud mental el uso de las nuevas tecnologías. El periódico The New York Times ha publicado recientemente un artículo con los resultados de un estudio en el que, si bien indican que el riesgo de daño para la mayoría de los adolescentes es mínimo, al analizar las respuestas de una encuesta realizada a más de 84.000 personas de todas las edades, se localizaron dos períodos dentro de la adolescencia en los que el uso intensivo de las redes sociales provocó peores calificaciones en lo que ellos definieron como "satisfacción con la vida": alrededor de la pubertad, entre los 11 y 13 años para las niñas y entre los 14 y 15 para los niños, y alrededor de los 19 años para ambos sexos.
En palabras de Amy Orben, psicóloga experimental de la Universidad de Cambridge y directora del estudio: “consideramos que los vínculos entre las redes sociales y el bienestar pueden ser diferentes en diferentes edades, y descubrimos que ese es el caso”.
En este mismo artículo también se da visibilidad a las opiniones de los expertos que, sin negar la influencia negativa que el uso de las redes sociales puede provocar en los jóvenes, no quieren ignorar la parte positiva que también aportan, como fomentar la creatividad, el apoyo y el dominio de habilidades. “Creo que muchas veces eso se pasa por alto porque estamos muy enfocados en los riesgos”, comenta Michaeline Jensen, psicóloga clínica de la Universidad de Carolina del Norte en Greensboro.
A su vez, Jenses señala que el estudio también aportó datos a favor del uso de las redes sociales: sin distinción de edad, los participantes que se sentían mal con sus vidas terminaron invirtiendo más tiempo en las redes sociales un año después. Con esto se deduce que para algunas personas la tecnología puede ser un mecanismo de defensa y apoyo más que la causa del problema.