Las cámaras Leica marcaron una parte de la historia de la fotografía en el siglo XX, entre otras cosas porque fueron las primeras en usar negativos de pequeño formato. Lo que permitió la miniaturización de las cámaras fotográficas. Esto propició que se pudiesen captar con mayor facilidad acontecimientos históricos e impulsó el el fotoperiodismo. Un gran número de fotógrafos del siglo XX, como Robert Capa o Henri Cartier-Bresson, usaron las míticas cámaras alemanas. Unas cámaras que ahora no gozan de la popularidad que antaño, pero que siguen siendo noticia.
Leica acaba de presentar la Leica M11, una cámara que a pesar de ser digital no es excesivamente diferente en su diseño la que captó hace algo más de 80 años la famosa foto del miliciano muerto de Capa. Esta cámara digital es prácticamente idéntica a la Leica M-A, la única de película que Leica sigue fabricando. Si ponemos los dos modelos uno al lado de otro y no observamos la pantalla de la parte lateral de la M11 es casi imposible saber cuál de las dos es una cámara digital.
Diseño purista
Fabricada, como siempre, en Alemania
Tal es la insistencia de Leica en mantener su diseño purista, que esta Leica M11 es la primera cámara digital de la serie M que no incorpora una tapa en su parte inferior, dónde se almacena la película en las Leica analógicas, para acceder a la ranura de la tarjeta de memoria y a la batería. Una concesión que, aunque parezca sorprendente, es revolucionaria para la firma alemana. Que por cierto, sigue fabricando sus cámaras en Alemania.
Manuel Ruíz Toribio, que dispara en digital la mayor parte de sus fotos pero sigue usando una Leica M de película, nos explica al probar la cámara que la primera sensación que tuvo al cogerla y hacer una foto fue girar la palanca para rebobinar el carrete. Lo que deja claro que la Leica M mantiene casi intacto el diseño de sus predecesoras.
Este fotógrafo también nos explica que en un primer vistazo los colores que proporciona esta Leica son bastante convincentes. Una de las razones por las que algunos fotógrafos decidirán usar esta Leica. Ruiz Toribio apunta que esta "cámara no es es para hacer reporterismo rápido, es para tomárselo con más calma y reflexionar sobre cada fotografía".
Para profesionales
Un precio casi prohibitivo: 8.420 euros, sin objetivo (ni vídeo, ni enfoque automático)
Que esta cámara se fabrique en Alemania explica en parte los 8.420 euros que cuesta (sin objetivo). Echamos algo más de leña al fuego para los que se sienten sorprendidos, e incluso escandalizados, por este precio: la Leica M11 no tiene enfoque automático (una invención de Leica que nunca quiso usar en sus cámaras de la serie M), no graba vídeo y además el enfoque se realiza mediante un visor telemétrico. Este tiene su encanto, pero no es tan exacto como el de las cámaras réflex ni el de las cámaras con visor electrónico. Eso sí, la cámara es capaz de hacer fotos en color. No olvidemos que Leica ha lanzado varias cámaras que solo captan fotos en blanco y negro. Aunque con gran calidad.
La M11 es la primera cámara digital de su serie que se le puede acoplar un visor electrónico opcional. Algo que probablemente tiene que ver con otra de las innovaciones, y atención porque esta es importante, de la cámara: su sensor de imagen.
Este cuenta con una resolución muy elevada, 60 megapíxeles. Este nivel de detalle es genial para captar fotos con una gran definición. Como hemos podido comprobar en la toma de contacto que hemos tenido con la M11 durante una semana. Pero ese nivel de detalle es un arma de doble filo. Pues cualquier fallo también queda patente.
Las imágenes se ven movidas, trepidadas, de forma casi forzosa si disparamos con un objetivo Leica Summilux-M 50 f/1.4 ASPH que hemos usado a una velocidad inferior a 1/125. De hecho, con esta Leica no hemos logrado ni una sola foto nítida con una velocidad ligeramente inferior a esa (1/60). Lo mismo sucede al enfocar. Por ligero que sea el error al enfocar este se percibe con absoluta claridad al disparar a 60 megapíxeles. Sobre todo al recurrir a los valores mínimos de diafragma.
Alta tecnología
Visor digital de alta resolución
Quizá por eso Leica ha decidido lanzar un visor digital, para enfocar con mayor exactitud que con el mítico visor telemétrico. Aunque también podemos controlar la precisión al enfocar con la pantalla trasera. En cualquier caso la principal innovación de Leica con este sensor no es solo su alta resolución.
A pesar de que Leica es una firma clásica hay dos detalles en esta cámara que nos ponen sobre la pista de que estamos ante una empresa capaz de innovar con fuerza. Leica ha optado por esa enorme resolución para su sensor porque ha incorporado la tecnología pixel binning, que hasta la fecha solo hemos visto en teléfonos móviles.
Aquí los alemanes han demostrado una gran audacia, sobre todo teniendo en cuenta que esta es una cámara pensada para fotógrafos profesionales muy concretos. La Leica M11 mejora la calidad de sus imágenes si escogemos una resolución de 36 o de 18 megapíxeles. Dos resoluciones con las que sigue siendo posible obtener imágenes de gran tamaño.
Este movimiento es bastante audaz y seguramente lo veamos en otras cámaras más pronto que tarde. Aunque ya habíamos visto que algunas cámaras permitían reducir la resolución para ampliar el alcance de la distancia focal de los objetivos, nunca habíamos visto que se recurriera fuera de un móvil a la técnica de sumar píxeles para crear píxeles virtuales de mayor tamaño que capten mejor la luz.
Conectividad Wi-Fi
Compatible con la banda de 5 Ghz
Hemos observado en este sentido una enorme diferencia al disparar a 12.500 ISO a 60 megapíxeles y a 18 megapíxeles. Con esta última resolución el nivel de ruido, sobre todo el cromático, cae en picado frente al de la foto de 60 megapíxeles. Lo que permite lograr fotos aprovechables a 18 megapíxeles si las procesamos mediante software con ese nivel ISO, algo que no es posible disparando a la máxima resolución. Pues en ese caso los niveles de ruido son escandalosos.
Otra innovación que nos parece muy significativa la encontramos en la conectividad Wi-Fi. Sencillamente nunca nos habíamos encontrado una cámara que se conecte con tanta facilidad y a tanta velocidad con un teléfono o tableta. Eso se debe a que es compatible con la banda de 5 Ghz, pero también al buen hacer de Leica al diseñar su aplicación Leica Fotos.
Hay otros aspectos que hablan de cómo Leica sabe emplear tecnologías de última generación con bastante acierto. Cómo es su pantalla táctil trasera, que muestra las imágenes con gran fidelidad y responde muy bien. Lo que permite de paso a Leica no tener que alterar el diseño clásico de la cámara para navegar por los menús.
En definitiva, Leica ha marcado el rumbo de lo que pueden ser los sensores de imagen de las cámaras de los próximos años a la vez que sigue lanzando una oda a la fotografía estudiada y realizada sin prisas. Esta Leica como todas las Leica M, digitales y de película, no es para todos. Y no lo decimos solo por su precio. Incluso algunos fotógrafos que disparan con película siguen prefiriendo usar un visor réflex a uno telemétrico. Aunque otros busquen las Leica precisamente por ese histórico y peculiar visor. Aparte, claro, de por la leyenda que hay tra Leica.