Así funciona el negocio del miedo a las radiaciones del 5G y del Wi-Fi
Estafas tecnológicas
Una memoria USB estándar, cuyos creadores dicen que crea un campo de protección ante ondas electromagnéticas, se vende por más de 300 euros
Cada vez son más los grupos que se oponen al despliegue de las redes 5G. Aunque no por las razones que han llevado a Donald Trump a desatar una guerra comercial contra China (con Huawei como principal actor). Recordemos que el Gobierno de Trump afirma que algunas empresas tecnológicas chinas podrían filtrar datos de seguridad al Gobierno de Beijing. Aunque no se haya demostrado tal cosa.
Hay conexiones entre la forma de proceder de Trump y de los grupos que se oponen al 5G. Estos apelan a supuestos informes científicos, muchos de ellos de dudoso rigor. Pero sobre todo a datos tergiversados. Uno de los mitos más conocidos es que esta tecnología de redes se ha prohibido en Suiza. Algo que es falso.
El rechazo a la OMS es algo que comparten los grupos anti-5G con la administración de Donald Trump
Trump ha provocado la ruptura de Estados Unidos con la OMS tras afirmar que este organismo está al servicio de China sin presentar ninguna prueba. Los grupos contrarios a la tecnología 5G también niegan la información de la OMS, recordemos que es un organismo de Naciones Unidas, basándose en toda clase de teorías de la conspiración.
Este organismo internacional señala que “hasta la fecha, y después de mucha investigación realizada, ningún efecto adverso para la salud se ha relacionado causalmente con la exposición a tecnologías inalámbricas”. Papel mojado para unos grupos fanatizados que solo parecen interesados en crear una espiral de temor y desinformación.
El auge de los movimientos contra el 5G ha provocado una proliferación de productos milagrosos para protegerse de los efectos de esta tecnología. Aunque debido a la escasa implantación de las redes 5G, los que se lucran con el miedo a esta supuesta amenaza amplían su radio de acción a toda clase de ondas electromagnéticas: desde las que emiten los viejos teléfonos 2G hasta los router Wi-Fi domésticos.
Un caso que ha sido especialmente escandaloso es el de una llave USB con propiedades fantásticas. Sus creadores dicen que usa una “tecnología de catalizador holográfico cuántico para el equilibrio y la armonización de los efectos nocivos de la radiación eléctrica desequilibrada”. Un enunciado que parece sacado de una mala película de ciencia-ficción.
Numerosas webs que alertan sobre supuestos efectos nocivos para la salud de las ondas electromagnéticas son tiendas encubiertas
La ocurrencia incluso podría tener gracia si no fuese porque el precio de esta memoria USB, que contiene un puñado de documentos PDF, supera los 300 dólares. Para entender mejor a qué disparate nos enfrentamos basta con echar un vistazo a la web de uno de los supuestos científicos que avalan este aparato. Ilija Lakicevic, un científico croata, defiende que somos reencarnaciones de los habitantes de la Atlántida.
Son muchas las webs que están fomentando el miedo a la radiación electromagnética y, a la vez, vendiendo productos que dicen evitar sus efectos. Hace ya varios meses el medio estadounidense Mashable alertaba sobre cómo Instagram estaba llenándose de publicidad de productos que dicen evitar las radiaciones. Cómo pirámides de materiales exóticos.
Entre los expertos que se citan en las webs de venta de productos que supuestamente protegen de las radiociones hay expertos que afirman que somos reencarnaciones de los habitantes de la Atlántida
Defender Shield es una empresa dirigida por Daniel T. DeBaun. Un supuesto experto en radiaciones electromagnéticas. La web de esta empresa pública toda clase de informaciones, de las que se hacen eco grupos anti-5G. Como una en la que afirman que la radiación afecta a los intestinos. Se aportan datos de supuestos especialistas, como Thomas Rau. Un médico de una clínica suiza de medicinas alternativas que ofrece remedios naturales incluso para tratar el cáncer. Este tipo de terapias han sido denunciadas con frecuencia por oncólogos.
La tienda de Defender Shield vende toda clase de productos en los que no está nada claro qué tecnología logra frenar la radiación: desde fundas para teléfonos hasta auriculares. Si nos detenemos a leer la letra pequeña descubrimos que la propia empresa prácticamente reconoce que sus productos no sirven para nada.
Algunos vendedores de productos que dicen proteger de la radiación no aportan ningún tipo de información sobre los materiales o tecnología que emplean, lo que los hace potencialmente peligrosos
En un apartado de la web se explica que “los productos y / o tecnologías enumerados en este sitio web no han sido evaluados por la FDA (el organismo responsable de la salud pública en Estados Unidos) y no están destinados a diagnosticar, tratar, curar, mitigar o prevenir ninguna enfermedad. Consulte a su médico o profesional de la salud si tiene alguna pregunta sobre su salud”.
De hecho, a pesar de la contundencia con la que se publican informaciones en esta web sobre supuestos peligros de la radiación, en otro apartado se explica que “aunque la información y las recomendaciones en este sitio web de Internet se presentan de buena fe y se cree que son correctas, DefenderShield y defendershield.com no se responsabiliza ni garantiza la integridad o exactitud de la información”.
El principal problema de esta clase de prácticas es que distorsionan un debate científico riguroso sobre la regulación de las redes 5G para que estas no supongan un problema para la salud pública.De hecho, la demonizada Organización Mundial de la Salud incita a proseguir con las investigaciones sobre los efectos de las radiaciones electromagnéticas en el cuerpo humano.