¿Merece la pena el Mac más barato? Probamos el nuevo Mac Mini
Test
Hemos puesto a prueba la configuración básica del ordenador más económico de Apple y lo hemos confrontado con un modelo anterior de 2014
Cuando Apple por fin decidió renovar el Mac Mini en 2018 los fans de este ordenador, el más barato de Apple, recibieron una buena y una mala noticia. La buena es que Apple seguía apostando por un ordenador básico. Pues no se había producido una renovación del Mac Mini desde 2014.
La mala noticia llegó al comprobar que si el Mac Mini más esencial de 2014 costaba 499 euros en 2018 el modelo más económico pasaba a costar 900 euros. Además había dos cosas desconcertantes en este aumento de precio: el Mac Mini de 2018 cuenta con un procesador Intel Core i3, de sexta generación, en su versión básica en lugar de un Intel Core i5, como contaba el de 2015. Limitarse a un procesador Core i3 parecía una decisión polémica.
El uso de un procesador Intel Core i3 parece un paso atrás frente al Mac Mini esencial de 2014, pero hay sorpresas en este sentido
Otro asunto desconcertante: el disco duro ahora es SSD, pero en la versión básica este se limita a una capacidad de tan sólo 128 gigas. Una cantidad claramente insuficiente para los estándares de 2019. Además, Apple cobra a precio de oro, 240 euros, el salto a un disco de 256 gigas. La cosa es aún peor si buscamos ampliar a unos razonables 512 gigas, pues en ese caso hay que desembolsar 480 euros más. Una cifra completamente absurda para un componente de ese tipo.
Eso sí, la memoria ram ha crecido desde los 4 gigas del modelo más básico de 2014 hasta los indispensables 8 gigas del modelo actual. Además, esta vez la memoria puede ser ampliada a posteriori. Pues no va soldada a la placa. En apartado de conexiones este ordenador es dónde saca una ventaja importante. La cantidad y variedad de puertos de este Mac Mini 2018 es incluso mejor que la del modelo anterior, que ya era destacable.
¿Está justificado el aumento de precio?
Queríamos saber si todos aquellos que se aventuran a comprar un Mac y van cortos de presupuesto debían darle una oportunidad al Mac Mini más básico, que es la unidad que hemos probado. Y para saberlo con precisión decidimos compararlo con un Mac Mini de la gama intermedia de 2014: la versión con procesador Intel Core i5 de doble núcleo y 2,6 GHz de velocidad, ocho gigas de memoria y un disco duro SSD de 128 gigas (instalado después, pues de serie incluía un disco duro magnético). En ambas máquinas hemos usado la misma configuración haciendo una copia con Time Machine del disco duro deñ modelo de 2014. En definitiva, hemos comparado dos máquinas que sobre el papel no parecen demasiado diferentes, e incluso tienen un diseño y un precio similar (salvando la distancia temporal).
El Mac Mini de 2014 es el que este periodista usa a diario para trabajar desde que apareció en el mercado. Ha cumplido a la perfección su función. Y no sólo para escribir o navegar por Internet. Tampoco se ha portado nada mal en labores como edición fotográfica intensiva utilizando Lightroom y Photoshop. Ojo, no es que sea la mejor máquina del mercado, ni mucho menos, para realizar esas funciones. Pero sólo ha dado problemas de rendimiento serios al trabajar con fotos de más de 40 megapíxeles.
Incluso editando vídeo con él usando Adobe Premiere se ha portado bien. Sólo a la hora de editar vídeo con resolución 4K se ha notado de verdad limitado. Así que una prueba que debía pasar el nuevo Mac Mini 2018 era precisamente comprobar qué tal funcionaba a la hora de editar vídeo. Y aquí nos hemos llevado una sorpresa.
El Mac Mini de 2014 ha tardado en renderizar con Adobe Premiere 2019 un vídeo Full HD de 2 minutos y 41 segundos un tptal de 3 minutos y 10 segundos. Mientras que el Mac Mini 2018 ha realizado la misma operación en 1 minuto y 48 segundos. Prácticamente la mitad de tiempo. Sorprendente.
A continuación hemos realizado un test de rendimiento con el software Geekbench en ambos ordenadores. El modelo de 2014 ha conseguido 3.605 puntos utilizando un procesador y 7.005 puntos con varios procesadores, mientras que el modelo de 2018 ha conseguido 4.669 puntos con un procesador y 13.879 usando varios procesadores.
¿Cómo es posible que un procesador de gama teóricamente inferior, aunque más moderno, como el Intel Core i3 haya podido proporcionar una velocidad de proceso muy superior al Intel Core i5 del Mac Mini de 2014? La razón hay que buscarla en que la evolución de los procesadores ha sido muy importante. También de chips de procesado de gráficos. Lean este artículo que publicamos en su día para comprender mejor este salto.
El Mac Mini de 2014 ha conseguido 7.005 puntos en un test de rendimiento usando varios procesadores, mientras que el modelo de 2018 ha conseguido 13.879 puntos en la misma prueba
El uso de un procesador en el modelo de 2018 con cuatro núcleos y una velocidad de 3,6 GHz es vital para entender la ventaja. Aunque también juegan un papel relevante elementos como el disco duro empleado o que el último Mac Mini use memoria ram DDR4, también más rápida que la del modelo anterior. Además en este apartado tenemos buenas noticias. Pues el Mac Mini de 2018 permite ampliar la memoria ram. Aunque no el disco duro.
Pero incluso esto último no es un problema insalvable. Si en el futuro nos quedamos cortos con la capacidad interna del disco duro podremos usar un disco externo con fluidez. Eso es posible gracias a los dos puertos USB 3.1 de segunda generación, que alcanzan velocidades de transferencia de hasta 10 gigas por segundo. Si usamos los cuatro puertos Thunderbolt USB-C esta velocidad aumenta hasta los 40 gigas por segundo. Un disco duro externo SSD compatible con esas conexiones hemos comprobado que proporciona un excelente rendimiento.
¿Para quién es el Mac Mini más básico?
Eso sí, ya que mencionamos el apartado de conectividad aquí encontramos un retroceso que puede ser importante para muchos: Apple en este Mac ha eliminado el lector de tarjetas SD como en otros macs. Y esto no gustará nada a todos los que quieran usarlo para editar fotos, pues se hace indispensable la compra de un lector de tarjetas, que además nos obliga a renunciar a uno de los puertos.
Los que busquen un Mac económico no tendrán problemas con el Mac Mini aquí analizado a la hora de realizar tareas de ofimática, navegación por Internet o ver vídeos en 4K. Y eso que no cuenta, como ha sido norma en toda la gama Mac Mini, de una tarjeta gráfica dedicada. En ningún caso sentirán que el ordenador se ralentiza al hacer esas tareas básicas. De hecho incluso los que buscan procesar archivos audiovisuales ocasionalmente y realizar edición fotográfica con frecuencia se llevarán una buena sorpresa con este ordenador.
El principal competidor del Mac Mini esencial es el MacBook Air sin pantalla retina, que cuesta unos 300 euros más
Es cierto que sigue a la venta el MacBook Air sin pantalla retina a un precio que apenas supera los 1.100 euros. Y que este equipa un procesador Intel Core i5 de doble núcleo a 1,8 GHz (con Turbo Boost de hasta 2,9 GHz), ocho gigas de memoria ram y disco duro SSD de 128 Gigas con un coste de poco más de 1.100 euros.
Pero si no buscamos un ordenador para movilidad este Mac Mini cuenta con una tecnología más actualizada y muchas más opciones de conectividad. Además es mucho más silencioso que cualquier ordenador de sobremesa. En definitiva, estamos ante una máquina más solvente de lo que cabía pensar. Aunque sería mucho más atractiva con un precio algo más ajustado y un disco duro de mayor capacidad. Pues a nuestro juicio esos escasos 128 gigas de almacenamiento son el principal error que Apple ha cometido con este ordenador.