Google advertirá de restaurantes en los que es posible intoxicarnos
Internet
Un algoritmo cruzará datos sobre términos de búsqueda de intoxicación alimentaria con el historial de ubicación
Google está desarrollando un nuevo algoritmo con el que pronto podrá alertarnos de los restaurantes en los que es más probable que suframos una intoxicación alimentaria.
Este algoritmo es capaz de identificar fallos en la seguridad alimentaria de los establecimientos en tiempo real, mediante la combinación de datos sobre términos de búsqueda de intoxicación y el historial de ubicación.
Para tirar adelante este proyecto, Google ha colaborado con investigadores de la Universidad de Harvard. En concreto, han puesto a prueba un modelo en las ciudades de Chicago y Las Vegas para identificar determinadas búsquedas realizadas por los usuarios, relacionadas con temas como “calambres estomacales” o “diarrea”.
En la prueba realizada, el sistema cruzó esta información con los datos guardados en el mismo dispositivo móvil sobre el historial de ubicaciones, fijándose especialmente en restaurantes y establecimientos relacionados con la alimentación que el usuario haya visitado recientemente
A continuación, google envió a inspectores de salud a varios de los restaurantes, entre los cuales se hallaban algunos de los que el algoritmo apuntó como potencialmente inseguros, mientras que el resto fueron elegidos siguiendo métodos tradicionales (por ejemplo, a partir de las quejas de los consumidores).
El resultado fue sorprendente. Un 52,3 por ciento de los restaurantes que se confirmaron como inseguros habían sido detectados gracias al modelo de Google, mientras que la tasa general de detección de restaurantes inseguros a través de inspecciones de rutina en las dos ciudades fue de 22.7 por ciento.
Según explica el coautor del estudio y científico investigador de Google, Evgeniy Gabrilovich, este modelo podría desempeñar un papel importante en la lucha contra las enfermedades transmitidas por los alimentos.
“En este estudio, solo arañamos la superficie de lo que es posible en el ámbito de la epidemiología aprendida a máquina”, explica. Gabrilovich compara esta prueba con el trabajo que el padre de la epidemiología moderna, Dr. John Snow, realizó en 1854, cuando tuvo que ir de puerta en puerta en el centro de Londres, preguntando a la gente de dónde sacaron el agua para encontrar la fuente de un brote de cólera.
“Hoy, podemos utilizar los datos en línea para realizar observaciones epidemiológicas casi en tiempo real, con el potencial de mejorar significativamente la salud pública de manera oportuna y rentable “, concluye.