Un niño de 14 años ha muerto en el estado de Bahía, Brasil, tras inyectarse un líquido obtenido de una mariposa, según ha informado Antena 3. La Policía investiga el caso como un posible shock séptico.
Davi Nunes Moreira trituró una mariposa, mezcló los restos con agua e inyectó el líquido en su pierna. Poco después, empezó a sentir molestias y a cojear. Su padre, al notar que la pierna se le había enrojecido, le preguntó qué ocurría, pero el niño aseguró que solo se había hecho daño mientras jugaba.
Antes de morir, confesó a los médicos lo que había hecho
Días después, el menor fue ingresado en el Hospital Municipal de Planalto con vómitos y dificultades para caminar. Allí permaneció una semana antes de ser trasladado al Hospital General Vitória da Conquista, donde finalmente falleció. Antes de morir, confesó a los médicos lo que había hecho. Su padre encontró la jeringa debajo de su almohada.
La Policía Civil de Vitória da Conquista investiga el caso y espera los resultados de la autopsia para esclarecer las causas exactas de la muerte. Un portavoz policial ha señalado que los exámenes forenses serán clave para determinar lo sucedido.
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Los expertos advierten de los riesgos de manipular fluidos de insectos. Algunas mariposas contienen sustancias tóxicas como mecanismo de defensa, aunque en cantidades generalmente bajas para afectar a los humanos. Marcelo Duarte, especialista en mariposas y director del Museo de Zoología de la Universidad de São Paulo, ha señalado que aún falta investigación sobre la toxicidad de estos insectos para las personas.