No es diciembre la temporada alta de los relojeros, porque el frío obliga a llevar manga larga y a los delincuentes especializados las piezas de lujo les entran por los ojos. Pese a todo, el lunes por la noche, en la calle la Maquinista de la Barceloneta, un grupo de cuatro delincuentes rodeó y golpeó a un hombre hasta que le arrebataron el reloj.
La víctima declaró a la patrulla de los Mossos d’Esquadra de Ciutat Vella que el reloj estaba valorado en unos 150.000 euros. Unos transeúntes se acercaron a ayudar al hombre y terminaron reteniendo a uno de los cuatro asaltantes, que fue detenido por la policía. Pero el reloj no pudo ser recuperado.
Mossos reunió ayer a todos los mandos para incidir en los problemas que afectan a la gente
La investigación la asumirá, como todas las que tienen que ver con la especialización de los relojes de lujo, el grupo Titani de Mossos, dedicado a este tipo de asaltos violentos en la vía pública.
Los robos con violencia son una modalidad delictiva que junto a los hurtos, las ocupaciones delincuenciales y el crimen organizado especializado en el tráfico de drogas fueron objeto de reflexión ayer por la tarde en el complejo policial de Egara, en Sabadell, en una reunión que la actual jefatura policial y política de los Mossos mantuvo con todos los mandos de la organización.
En su intervención, según fuentes al corriente de la reunió, el director Josep Lluís Trapero admitió, como ya hizo el mes pasado en el Parlament, que las estadísticas no son buenas y se comprometió a dedicar más esfuerzos a los problemas que preocupan a la gente en su día a día.
La región policial de Barcelona es una de las que mejor está conteniendo la subida delincuencial. Hasta octubre, los robos con violencia habían descendido en un 8% y los hurtos, en un 6%. Para combatir esa sensación de inseguridad que sigue latente, las patrullas tienen instrucciones de bajarse más del vehículo e interactuar con vecinos y comerciantes.