“Un tipo tan grande puede partirle el cuello a una mujer como si fuera un lápiz. Así que corrí detrás de él con un hacha”, explicaba un joven hippie ante las cámaras de una televisión americana. Y, a continuación, emuló el gesto con el que golpeó al agresor con el hacha mientras soltaba un: “Smash! Smash! SUH-MASH!! (¡Aplastar! ¡Aplastar! ¡¡Aplastar!!”).
Horas después del incidente, el bautizado como El mochilero del hacha se convertía en un fenómeno viral en Internet. Todo el mundo quería saber más acerca de este nómada sin familia, de nombre Kai, que acababa de salvar la vida de una mujer y que se había erigido en un héroe popular. Sin embargo, bajo aquella fachada de niño bueno, se escondía un despiadado asesino.
Problemas desde niño
Kai, cuyo verdadero nombre es Caleb Lawrence McGillivary, nació el 3 de septiembre de 1988 en Canadá. Su vida, ya desde la infancia, fue “muy dura”. Así lo describió su padre Gil, un antiguo agente de libertad condicional, que aseguraba que los problemas de su hijo comenzaron cuando se divorció de su mujer Shirley.
Ambos progenitores decidieron poner fin a su matrimonio cuando el pequeño tenía cuatro años, una situación que afectó sobremanera a Kai. Tanto es así que, entre los nueve y los dieciocho años, tuvo que ser internado en un centro psiquiátrico por algún tipo de trastorno. A esto se sumó, según explicó años más tarde nuestro protagonista, los abusos físicos sufridos durante su internamiento, lo que pudo causarle una especie de estrés postraumático.
Kai, 'el mochilero del hacha', junto a su padre durante su infancia
Sin embargo, el testimonio de Gil fue rebatido por Shirley, la madre, quien llegó a afirmar que su hijo padecía un trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Eso no le impidió finalizar sus estudios, tanto en el instituto como en la universidad, y mostrarse como un niño normal. Era “una delicia”, contó su madre.
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La abuela paterna también secundó las palabras de Shirley, al describirlo como “un niño muy bueno con ella”, pese a su difícil infancia. Incluso le prometió a la anciana que se iría a vivir con ella cuando tuviese algo de dinero. “Nos conseguiré un lugar”, le decía. Pero la realidad era que Kai prefería llevar un estilo de vida nómada y vivir en la calle.
Del anonimato a la fama
Así fue cómo en febrero de 2013, Kai, vestido de forma hippie y con apariencia bonachona, pasó del anonimato a la fama tras unas enérgicas declaraciones ante una televisión local de Fresno (California). Todo ocurrió cuando el mochilero hizo autostop, se subió al vehículo de un tal Jett Simmons McBride y, en un momento dado, el conductor empezó a comportarse de forma anómala verbalizando alucinaciones sobre la segunda llegada de Jesucristo.
Kai, 'el mochilero del hacha', tras el incidente con el conductor
De pronto, el conductor atropelló deliberadamente a un peatón, después paró el coche, e intentó agredir a una mujer, Tanya Baker, cuando trataba de socorrer al herido. En consecuencia, Kai salió rápidamente del vehículo, cogió el hacha que guardaba en su mochila, y empezó a golpear fuertemente contra Jett para detener el ataque. Lo logró.
Al lugar de los hechos acudieron los servicios de emergencia y la policía, también un equipo de la cadena de televisión local KMPH, que realizó la entrevista más viral de todos los tiempos. En ella, se puede ver al joven relatar de forma enérgica el incidente y repetir el modo en que golpeó con su hacha al agresor para salvar la vida de la mujer.
Kai, 'el mochilero del hacha', en la escena donde se produjo el incidente con el agresor
Su famosa frase de “Smash! Smash! SUH-MASH!! (¡Aplastar! ¡Aplastar! ¡¡Aplastar!!)”, se viralizó de inmediato en Internet y Kai fue bautizado como El mochilero del hacha. De hecho, el interés por este nuevo héroe popular, de 24 años, aumentó cuando explicó que era “un surfista y músico sin hogar”, con raíces en Virginia Occidental, y “sin familia”.
Kai, 'el mochilero del hacha', durante la famosa entrevista que se hizo viral en Internet
“En lo que respecta a cualquiera con quien crecí, ya estoy muerto”, aseguraba ante las cámaras. Aunque una de las frases que más conmovió a los espectadores fue aquella que decía: “No importa lo que hayas hecho, mereces respeto, incluso si has cometido errores, eres digno”. Kai acababa de cautivar a todo un país.
Jimmy Kimmel entrevista a Kai, 'el mochilero del hacha', en su programa
Algunos de los programas de televisión más famosos de Estados Unidos, como el de Jimmy Kimmel, contaron con su presencia, el productor del programa de las Kardashian quiso hacer un reality con él, el equipo de Justin Bieber también le contactó para una colaboración musical, se hicieron memes sobre la agresión…
Kai, ese chico “mono, dulce e inocente”, como le definieron, ya era toda una celebridad. Había nacido una estrella. Tres meses después, su estrellato cayó en picado.
El crimen
El 11 de mayo, Kai y el abogado Joseph Galfy Jr., de 73 años, se citaron en Times Square (Nueva York) para conocerse. El mochilero accedió a pasar un par de noches en la casa del hombre, pero la última de ellas asesinó a su anfitrión. Según la autopsia, Joseph presentaba un fuerte traumatismo por objeto contundente en la cabeza. Tras el crimen, Kai huyó rumbo al sur de Nueva Jersey y Filadelfia.
Joseph Galfy Jr., víctima de Kai, 'el mochilero del hacha'
Cuando la policía encontró el cuerpo del letrado, este se encontraba en ropa interior y con los calcetines puestos, y con un fuerte golpe en la cabeza. Se trataba de un asesinato. Durante el registro, los agentes hallaron un trozo de papel con el número de teléfono y el nombre de Kai debajo de un ordenador portátil, así como un recibo de un billete de tren.
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Este ticket ayudó a los investigadores a localizar las imágenes de las cámaras de vigilancia de la estación, en las que se veía a la víctima comprando los billetes y, poco después, a ambos dándose un abrazo. El individuo en cuestión era Kai, al que también vieron en otras imágenes posteriores en la misma estación, además de en las paradas Eighth y Market, de Filadelfia.
Con Kai huido, la policía hizo público el caso y ofreció una recompensa de 5.000 dólares para quien condujera a la captura de este asesino “armado y peligroso”, anunciaron.
Kai, 'el mochilero del hacha', una vez detenido
El 16 de mayo, un camarero del Starbucks de la estación de autobuses Greyhound, de Filadelfia, avisó a emergencias: acababa de servir un café al fugitivo que buscaban. Minutos más tarde, varias patrullas se personaron en la terminal y arrestaron a Kai por un delito de asesinato en primer grado.
Durante el interrogatorio, el mochilero confesó el crimen, pero en defensa propia después de presuntamente haber sido drogado y abusado sexualmente por la víctima. Una historia que resultó del todo incongruente debido a las lesiones externas que presentaba el cuerpo y que nada tenían que ver con las producidas durante un supuesto forcejeo. Es decir, el letrado no tuvo capacidad alguna de defenderse.
Momento en que Kai, 'el mochilero del hacha', declara ante el juez
Tras casi seis años en la cárcel a la espera de juicio, en abril de 2019 finalmente Kai McGillivary fue juzgado ante el Tribunal Superior del condado de Union, donde protagonizó varios arrebatos y discusiones con la fiscalía y también con el mismísimo juez Robert Kirsch. El magistrado llegó a calificar al acusado de “polvorín de rabia explosiva”.
“Este fue un crimen brutal, vicioso y sin sentido, y nos complace que hayan servido los intereses de la justicia”, dijo el fiscal Michael Monahan tras conocer la sentencia de culpabilidad. El mochilero del hacha fue condenado a 57 años de prisión por un asesinato en primer grado.
Kai, 'el mochilero del hacha', ya en prisión
Durante la lectura del veredicto, el preso no dejó de gritar “¿me estás tomando el pelo?”, mientras se dirigía al juez. Kirsch, que lo definió como un tipo “astuto, falso y manipulador”, le dejó claro que “cuando pueda optar a la libertad condicional, seguirá siendo más joven de lo que era el Sr. Galfy cuando lo asesinó”.
Desde entonces, Kai permanece encerrado en la prisión estatal de Nueva Jersey, en Trenton. No podrá salir de allí, al menos, hasta que cumpla ochenta años. La truculenta historia de este personaje está de actualidad gracias al último documental producido por Netflix, El mochilero del hacha.
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