La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a un hombre a 15 meses de cárcel por acercarse a su expareja, de la que tenía orden de alejamiento, y amenazarla de muerte con clara intención de amedrentarla y crearle desasosiego.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, estima parcialmente el recurso presentado por el condenado contra la sentencia del Juzgado de lo Penal 3 de Huelva que le condenó a 9 meses de cárcel por un delito continuado de quebrantamiento de medida cautelar y otros 9 por un delito de amenazas.
La Audiencia revoca en parte este fallo y reduce de nueve a seis meses la pena impuesta por el primer delito, al entender que no se da la circunstancia de continuado. Se considera probado que el acusado, pese a tener una orden de alejamiento y comunicación de su expareja a las 21.40 horas del 31 de mayo de 2018, el acusado realizó de forma involuntaria una videollamada al teléfono móvil de ella que ésta no atendió.
El acusado la amenazó de muerte con clara intención de amedrentarla y crearle desasosiego
El 15 de febrero de 2019, a la hora de la salida del colegio de los hijos en común, el acusado montado en su vehículo, esperó a su exmujer en las inmediaciones de su domicilio y cuando la vio salir de su domicilio, el acusado inició la marcha del vehículo, se colocó a su altura y se dirigió a ella diciéndole de forma reiterada “jódete” al tiempo que le sacaba el dedo índice por la ventanilla.
Además, en varias ocasiones, en fechas no determinadas, se ha ubicado en lugares y plazas frecuentados por ella en compañía de sus hijos y se ha dirigido a ellos, pero sin conocer que encontraba a menos de 50 metros.
Por último, el 2 de julio de 2019, sobre las 17.15 horas, el acusado se encontró fortuitamente con su ex pareja cuando se disponía a recoger a los hijos del lugar de intercambio. Al pasar a su altura, a unos dos metros de distancia, con pleno conocimiento de la anterior prohibición y con plena conciencia de su comportamiento, con la única intención de atemorizar y crear desasosiego, se dirigió a ella pasando el dedo índice por el cuello al tiempo que le decía “te voy a matar”.