‘El Chicle’ se enfrenta a la prisión permanente revisable en el juicio por el crimen de Diana Quer
La posible pena
Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte del pequeño Gabriel Cruz, es la última de las diez personas condenadas a la máxima pena en España
Tres años y tres meses después de la desaparición de Diana Quer, esta semana se sienta en el banquillo de los acusados el autor confeso de uno de los crímenes que más atención mediática ha suscitado en los últimos años. José Enrique Abuín Gey se podría enfrentar a una pena de prisión permanente revisable.
La máxima pena privativa de libertad en España solo se aplica para una serie de supuestos concretos:
1. El asesinato de una persona menor de dieciséis años, o se trate de una persona especialmente vulnerable por razón de su edad, enfermedad o discapacidad.
2. El asesinato cometido tras la comisión de un delito contra la libertad sexual.
3. El asesinato cometido en el seno de una organización criminal o terrorista.
4. La comisión de dos o más asesinatos por un mismo condenado.
5. El asesinato del rey de España o de un jefe de Estado extranjero que se halle en España.
6. Los crímenes de lesa humanidad.
La Fiscalía y la familia de la víctima consideran que los actos que se atribuyen a ‘El Chicle’ cumplen con los requisitos que se describen en el segundo de estos supuestos, y por esta razón piden que la máxima pena para el acusado. De hecho, los familiares de Diana Quer han participado en los últimos años en varias manifestaciones contra la derogación de la prisión permanente revisable en España.
Ana Julia Quezada, la última
Once condenados a la máxima pena en España
Hasta ahora se ha aplicado en España en once ocasiones, aunque en una de ellas fue revocada. La última de ellas -y la primera mujer- fue Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte del pequeño Gabriel Cruz. Antes que ella fueron condenados a esta pena otras diez personas:
David Oubel, el parricida de Moraña, por degollar a sus hijas de nueve y cuatro años con una sierra eléctrica el 31 de julio del 2015;
Daniel Montaño, el saxofonista de Vitoria que arrojó por el balcón a una niña de 17 meses y luego intentó asesinar también a la madre;
Sergio Díaz, quien con 24 años mató al abuelo de su novia en Icod de los Vinos (Santa Cruz de Tenerife).
Marcos Miras, un electricista de Oza (A Coruña) que para vengarse de su mujer asesinó en el 2017 a su hijo de 11 años propinándole golpes con una pala metálica;
Patrick Nogueira, un joven brasileño que mató a su primo, la mujer de éste y los dos hijos de la pareja en un chalet de Pioz (Guadalajara);
Pablo Catalán, por violar y asesinar con sus manos a una chica que se había quedado inconsciente por el consumo de alcohol;
Enrique Romay, por acuchillar hasta la muerte a una mujer a la que previamente había intenado violar en Pilas (Sevilla);
Salvador García, el primer caso de violencia de género que recibió esta condena por agredir sexualmente y matar a golpes a su expareja en Huércal (Almería);
Rafael García, asesino de su mujer, en situación de dependencia por una enfermedad rara, en la localidad de Mora (Toledo);
Roberto Hernández, por apalear hasta la muerte a Sara, la hija de su pareja, de 4 años, en Valladolid en el 2017.