El hombre al cargo de la investigación
Asuntos internos depende del director de los Mossos, Manel Prat
El descubrimiento de que los mossos d'esquadra de Ciutat Vella vinculados al arresto del empresario Juan Andrés Benítez no habían sido interrogados 25 días después de los hechos fue una revelación que causó sorpresa incluso entre ciertos medios de Interior. La tramitación de la información reservada abierta por la dirección de los Mossos d'Esquadra tras la aparición de los primeros vídeos de la actuación corrió a cargo de la división de asuntos internos (DAI) de la policía autonómica, que depende directamente de Manel Prat, el director general de los Mossos d'Esquadra y persona muy erosionada por diversos asuntos vinculados con el cargo que ya ocupaba desde los tiempos del conseller Felip Puig. Alegó que no ordenó el interrogatorio porque no quería que se le acusara de interferir en la investigación judicial.
La llegada de Espadaler a Interior dejó en suspenso la continuidad de Prat. Ese político encuadrado en Convergència Democràtica -el conseller es de Unió- ya arrastraba dos delicados episodios como máximo responsable del cuerpo, como fueron los altercados de plaza Catalunya, con el desalojo de miembros del colectivo 15-M, y la crisis de las pelotas de goma, abierta después de que Ester Quintana perdiera un ojo durante la manifestación de la huelga general del 14-N, una lesión que ella atribuye a un proyectil de los antidisturbios. Con el cambio de conseller al frente de Interior, se inició un periodo en el que se especulaba con que Prat no continuaría y se iría con Puig.
Sin embargo, Espadaler anunció la continuidad de Prat y dijo que contaba con toda su confianza. Hasta ayer mismo, siempre lo había defendido en público. Sin embargo, ayer, evitó contestar a la pregunta de si lo destituiría. "Todo paso a paso", afirmó el conseller de Interior en una entrevista televisiva.
La relación entre ambos nunca ha sido primorosa, pero han cohabitado. Espadaler suele comparecer sin Prat a su lado, aunque sea para tratar asuntos policiales, y se deja ver más con el secretario general del departamento, Josep Martínez, que parece haberse convertido en su hombre de confianza.
Un episodio vinculado con el escándalo de Método 3 volvió a situar a Prat en una situación delicada. Su coche oficial fue a recoger a una mujer que acababa de entrevistarse con el dueño de la agencia de detectives, Francisco Marcos, horas antes de su arresto. Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que vigilaban la casa de Marco lo descubrieron tras seguir a la mujer -que resultó ser una periodista- y ver que se introducía en el coche de Prat. Aunque el director de los Mossos defendió su potestad para recoger a quien quisiera en su coche oficial y comer con periodistas, todo ese extraño episodio no encajó bien en la oficina del conseller Espadaler.