‘Hunters’: La locura de los cazadores de nazis

Un reclamo para ver Hunters es Al Pacino. Interpreta Meyer Offerman, un hombre rico y judío que financia y dirige una unidad de cazadores de nazis en el Nueva York de los años setenta. Hay que decir que está sobreactuado como de costumbre, con exabruptos marca de la casa, y tostado por el sol de una manera que no le pega al personaje. Él, resumiendo, no es lo mejor de esta producción de Amazon Prime Video. ¡Pero cómo es de disfrutable la serie...! En un universo televisivo donde muchas obras aspiran a tocar el cielo y se quedan a medio camino, se agradece una propuesta excesiva y que no quiere ser ninguna otra cosa que un entretenimiento tan divertido como sádico.

Esta última palabra es clave para entender si Hunters está hecha para ti. El creador David Weil utiliza el imaginario nazi para llegar a nuevos niveles de crudeza y violencia, aprovechando que son los malos por antonomasia de la historia y que el espectador tiene bien asumida la estética y las atrocidades del Tercer Reich. Para entendernos, en el primer episodio muestra en un flashback una partida de ajedrez en un campo de exterminio donde los generales nazis utilizan a los presos como piezas. Si el alfil mata a un peón, los que se encuentran en el inmenso tablero tienen que matar o morir. Si Roberto Benigni buscó el humor y la ternura en Auschwitz con La vida es bella , Weil exalta el sadismo para hablar de la losa que los supervivientes y los descendientes han tenido que cargar desde el fin de la II Guerra Mundial.

Es un entretenimiento tan divertido como sádico (y esta última palabra es clave para entender si la disfrutarás)”

Pero lo mejor de esta obra es que Weil ha hecho un cómic televisado sin que Hunters se basase en ningún cómic. Trata temáticas de los superhéroes de la mano de Jonah ( Logan Lerman), la última incorporación a la banda. Los personajes visten de una manera muy definida, como si llevaran uniforme. El sentido de la violencia tiene un aire desenfadado y con mala leche en abundancia. Y, para rematar, lleva la historia donde quiere. Tiene un episodio final que se lanza al vacío y sólo se puede disfrutar si se asume que la serie quiere entretener, divertir y escandalizar dando su merecido a los adeptos de Hitler. Hunters es muy loca.

Tiene un episodio final que es un salto al vacío”