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El creador de ‘Bojack Horseman’ dispara un dardo envenenado contra Marvel

Da las gracias al universo de Thor o la Capitana Marvel porque ahora se siente libre “para descubrir otras delicias en otra parte”

Bojack, siempre con problemas para mirarse al espejo.

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Hay una conversación recurrente alrededor del Universo Cinemático de Marvel actual y que se podría resumir con tres preguntas. ¿Existe un cansancio después de Los Vengadores: Endgame? ¿Se ha complicado en exceso la interrelación entre las obras? ¿Y la producción de series de televisión ha contribuido al incremento de esta fatiga? Según Raphael Bob-Waksberg, creador de Bojack Horseman, el hechizo entre los superhéroes y él se ha roto.

“Bravo al UCM por recuperar la magia que sentí cuando era pequeño al darme cuenta que las historias de superhéroes que había querido durante años se habían vuelto tan complicadas que mantenerse al día se había convertido más en un trabajo forzoso que en un placer, y las abandoné por completo, dándome libertad para descubrir otras delicias en otra parte”, expresó de forma honesta en sus redes sociales.

Las declaraciones sorprenden por su claridad y se suman al momento de crisis que vive Marvel a nivel creativo tanto en el bando televisivo como cinematográfico. Desde Los Vengadores: Endgame no existe un título que haya recaudado 1.000 millones en las salas de cine con fracasos como Los eternos (403 millones), curiosamente la obra que tiene un perfil más autoral, y Antman: Quantumania (476 millones).

Incluso Antman (519 millones) y Antman y la Avispa (622 millones) habían hecho mejores datos en taquilla sin venderse como eventos de Marvel que iban a solidificar la idea del multiverso. Y, en el caso de la tercera película de Antman, Thor: Love and Thunder o Doctor Strange y el Multiverso de la Locura, ni tan siquiera la crítica se ha mostrado especialmente favorable de la deriva creativa.

Entre que ni una película tras 'Endgame' ha llegado a los 1.000 millones, las malas críticas de algunos títulos y la falta de repercusión de las series, el debate está servido

En el bando televisivo, además, los títulos de Disney+ tienen problemas para cosechar buenas críticas, obtener visionados que justifiquen sus ambiciosos presupuestos y penetrar en la conversación cultural. Secret invasion, la última emitida, es el mejor ejemplo: fue vapuleada por utilizar unos títulos de crédito creados mediante inteligencia artificial y ni un reparto encabezado por Samuel L. Jackson, Emilia Clarke y Olivia Colman permitieron que semana a semana despertase conversación online.

La interrelación de las historias, más que contribuir a su complejidad, está comportando críticas con dos argumentos: que se complica en exceso el entendimiento de las historias (hay demasiados deberes) y que estas no se perciben como historias en sí mismas (sino simplemente piezas en el esquema global, restándoles identidad).

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