Playas de agua dulce y piscinas naturales en Catalunya que debes visitar este verano

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Medio centenar de ríos, embalses y charcos por todo el territorio son una inmejorable alternativa a los arenales costeros para darse un chapuzón y disfrutar de un día de verano en las zonas de interior

Club Natació Banyoles

El lago de Banyoles, uno de los espacios naturales más recomendables para darse un chapuzón

Club Natació Banyoles

Las calas de postal de la Costa Brava, los grandes arenales de la Costa Daurada, las dunas del delta del Ebro, las playas urbanas de Barcelona... El encanto de la costa catalana, de sur a norte, ha dejado siempre en un segundo plano el fuerte atractivo que tienen de cara a la temporada de baño todo tipo de ríos, embalses, charcos y playas fluviales que podemos encontrar por todo el territorio, en zonas de montaña donde disfrutar de un verano más fresco. Patrimonio y gastronomía se avienen muy bien con un chapuzón, en este caso, en magníficas playas de agua dulce.

Lo primero a tener en cuenta es que por muchos ríos y pantanos que queramos explorar no nos podemos echar al agua en todas partes. El baño está regulado en una cincuentena de espacios naturales de interior con el fin de garantizar la seguridad y la calidad del agua, de aquí que la primera advertencia que hay que tener en cuenta es enterarnos de si el baño está permitido allí donde nos queremos zambullir. Podemos encontrar cerca de cuarenta playas fluviales o espacios de baño en estanques o embalses y en torno a una veintena de piscinas naturales, pozas y charcos.

El baño está regulado en cincuenta espacios naturales de interior de toda Catalunya

Empezamos por un clásico, el lago de Banyoles, que tiene tres zonas de baño: la Caseta de Fusta, en la zona norte, donde se puede llegar a pie o en bicicleta después de dejar el coche en un aparcamiento en el parque de la Draga; el Club Natació Banyoles, con una zona de baño privada en la que puede acceder todo el mundo pagando una entrada de día –los socios tienen el acceso gratuito– y el bar de los Banys Vells, con terraza y zona de baño para los clientes.

El embalse de Darnius-Boadella situado en el Alt Empordà

El embalse de Darnius-Boadella situado en el Alt Empordà

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En el embalse de Darnius-Boadella, la experiencia de nadar o remojarse los pies entre una gran masa forestal resulta sorprendente. La temperatura del agua es muy parecida a la que se puede encontrar en cualquier cala convencional y no tan fría como acostumbra a ser el agua corriente de los ríos y riachuelos. El mejor lugar para acceder es el Club Nàutic Darnius, aunque hay diferentes puntos de la orilla desde los cuales también se llega al agua con comodidad.

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Hablando de pantanos, en el Pallars Jussà encontramos tres playas de agua dulce, dos en el pantano de Sant Antoni –la primera en Salàs de Pallars y la otra en La Pobla d’Aramunt– y otra en Celles, la playa de Pins, en este caso en el embalse de Terradets, las tres con aguas de la Noguera Pallaresa. Es un lugar ideal para el turismo familiar, ya que al baño se le puede añadir un fácil paseo, a pie o en bicicleta, por rutas sencillas y bien señalizadas que recorren un entorno forestal y varios miradores donde disfrutar del paisaje y observar varios animales, principalmente patos de cuello verde. El camino por los túneles excavados sobre la piedra viva es otro de los atractivos de este espacio privilegiado.

Las piscinas naturales de Santa Pau son un refugio en medio de la naturaleza

Las piscinas naturales de Santa Pau son un refugio en medio de la naturaleza

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Espacios más pequeños y desconocidos y con un encanto único, son las piscinas naturales de Santa Pau (la Garrotxa), con el Salt de Can Batlle como paisaje de postal. Este salto configura dos zonas de baños, una en la parte superior de las cascadas y otra en la inferior. Eso sí, en este caso el agua acostumbra a estar fría. En Sant Joan de les Abadesses, hay una poza que también tiene un espectacular salto de agua. Antes de darse un chapuzón, es recomendable recorrer un tramo de la Ruta del Ferro i del Carbó, una vía verde de doce kilómetros entre Ripoll, Sant Joan de les Abadesses y Ogassa que sigue el recorrido de la antigua vía del pequeño tren que llevaba el carbón pro­cedente de las minas.

Espacios más pequeños, desconocidos y con encanto son las piscinas naturales de Santa Pau

Yendo hacia el sur podemos encontrar los saltos y pozas de la Febró, en el Baix Camp, un capricho del río Siurana. Se trata de una curiosa ruta de diferentes piscinas naturales – el Gorg, el Gorguet y la Gorguina– también ideal para hacer con niños visitando el imponente conjunto histórico y paisajístico de Siurana y, si hay tiempo, los pueblos abandonados de Gallicant y la Mussara. En la zona también podemos encontrar otras zonas de baño como las Fonts de Glorieta y el poco conocido Toll del Drac, en Alcover (Alt Camp), muy cerca del legendario Niu de l’Àliga de las montañas de Prades, que completan una excursión más que recomendable.

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